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El Fondo Para El Desarrollo Social de La Ciudad de México

Víctor Hugo López Aranda

Director General del Fondeso

En México las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMes) en conjunto generan el 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y 72% del empleo, es por ello que son consideradas como la columna vertebral de la economía nacional y de la Ciudad de México.

La economía de la Ciudad de México es del 17.8% del PIB Nacional y concentra 428 mil 755 unidades económicas, es decir, el 9.7% con respecto al total nacional. De estas, el 94.2 % son microempresas; el 4.1% pequeñas; el 1.1% medianas y el 0.5% son grandes, de modo que casi el 100% de las empresas en el Distrito Federal son Micro, Pequeñas y Medianas (MiPyMes).

En este contexto, para impulsar la creación y el desarrollo de las MiPyMes, el sector financiero juega un papel muy importante en la movilización, asignación de recursos y  gestión de riesgos, lo que facilita las transacciones entre empresas, personas y gobierno.

La literatura ha encontrado una relación positiva entre el acceso al financiamiento  y el crecimiento de las empresas. El financiamiento genera acumulación de capital,  aumento de la productividad, innovación tecnológica y ese espíritu emprendedor que impulsa el crecimiento.

Además, el acceso al financiamiento está relacionado con la creación de empleo, ya que por medio del financiamiento las empresas expanden operaciones y elevan su productividad. Sin embargo, es difícil atribuir los efectos de creación de empleo en su totalidad con el acceso al financiamiento.

La siguiente gráfica muestra la distribución del crédito en México hasta 2013:

Como se puede observar en la gráfica, aproximadamente el 50% del financiamiento hacia las empresas y personas físicas proviene de la banca comercial, de modo que casi la mitad del crédito otorgado en México va dirigido hacia las pequeñas, medianas y grandes empresas que son sujetas de crédito. Por otro lado, podemos comprobar que la banca de fomento sólo ocupa el 10% del total de los créditos, entendiendo que las instituciones de fomento son aquellas que otorgan financiamientos para el desarrollo social y económico de las personas y empresas.

En la tabla superior, según estadísticas del Banco Mundial, en México los créditos significan sólo el 24.6% del PIB, a diferencia de países como Brasil y Chile, donde  significa más del 50%.

Si observamos esta tabla y la comparamos con la gráfica anterior, podemos identificar que del poco dinero que se destina para créditos en México, la mitad es otorgado por la banca comercial, la mayoría de éstos van a empresas ya consolidadas con estados financieros positivos, y con activos que puedan garantizar el pago del crédito. Hay que considerar que la gran mayoría de las unidades económicas de México son micro empresas que no cumplen con los requisitos de la banca privada; esto mismo sucede en la Ciudad de México, y lo que se advierte es una falla de mercado que requiere la intervención del gobierno.

Cabe destacar que el poco acceso que tienen las microempresas y emprendedores al financiamiento hace más difícil su desarrollo y consolidación; es por esto que existen políticas públicas que pretenden acercar el financiamiento a estos sectores.

Estás políticas incluyen programas de financiamiento, inversiones en capital, subsidios en desarrollos tecnológicos, en capacitación, consultoría y certificaciones, que además de impulsar su competitividad, pretenden generar un ambiente armónico de negocios.

El Fondo para el Desarrollo Social

El Fondo para el Desarrollo Social de la Ciudad de México es un fideicomiso público creado por el Gobierno del Distrito Federal en el año 2002, que tiene la finalidad de brindar créditos que apoyen a capitalinos emprendedores, así como empresas ya establecidas con proyectos productivos de crecimiento.

Los créditos que ofrece son para aquellos grupos sociales que se encuentran con dificultades de obtener créditos por parte de la banca comercial. En promedio, el  Fondeso otorga un total de 15,000 créditos por año.

En 2013, por ejemplo, se entregó un total de 15,279 créditos con un monto de $122,934,469. Los fondos se distribuyeron entre dos mecanismos de financiamiento: el Programa de microcréditos para el autoempleo, y el Programa para la micro y pequeña empresa.

•Programa de microcréditos para el autoempleo:

Tiene como objetivo  fomentar proyectos productivos de negocios y autoempleo, mediante el otorgamiento de créditos a grupos solidarios de cinco a 15 personas que se organizan para solicitar financiamiento, e impulsar negocios que puedan ser individuales o colectivos.

Su población objetivo son personas que tengan establecido su domicilio en el Distrito Federal, y cuenten con un negocio establecido y/o por establecer dentro de la Ciudad de México.

De total de los 15,279 créditos otorgados, 14,827 pertenecieron a este programa, por un monto de $91,943,000.00.

Este programa opera a través del modelo de “Préstamo Solidario”, donde  el esquema de otorgamiento no requiere garantía, sino que al conformar un grupo solidario, cada uno de los integrantes se convierte en deudor solidario del otro, y para poder pasar de un nivel al otro, es necesario que ninguno de ellos tenga adeudos.

Esto, además de ayudar en la recuperación de los créditos, genera en los solicitantes del crédito un espíritu de corresponsabilidad y de cohesión social, en donde un grupo de personas se agrupan con un fin de desarrollo en común.

Los montos de los créditos van desde 1,000 pesos hasta 75,000 pesos por grupo solidario.

Para el Fondeso, siendo este el programa al que se destinan la mayoría de sus recursos, la aplicación de este modelo ha sido eficiente en lograr que las personas establezcan relaciones de corresponsabilidad entre si y desarrollen proyectos en conjunto.

•El programa de financiamiento a la micro y pequeña empresa:

Este programa tiene como objeto impulsar la creación, consolidación y desarrollo de las Micro y Pequeñas Empresas que tengan establecido su domicilio y desarrollo de actividades en el Distrito Federal, mediante el otorgamiento de créditos.

Su población objetivo son micro y pequeñas empresas legalmente constituidas que cuenten con un proyecto de emprendimiento o productivo. Los montos de estos créditos van desde 5,000 pesos hasta 500,000 pesos, con tasas de interés que van desde 12% hasta 16% sobre saldos insolutos.

Para este programa, en 2013, se otorgaron 406 créditos por un monto de $25,911,485.31.

Es interesante ver que el 78.6% de los créditos MYPES otorgados se destinó a capital de trabajo y el 21.4% restante se destinó para equipamiento. Al contrario de lo que sucede en muchas ocasiones, donde el capital de trabajo no se convierte en un activo de las empresas, sino en gasto corriente; lo cual no genera un crecimiento, sino sólo la supervivencia de las empresas.

Dentro del programa de MyPEs, el Fondeso tiene un mecanismo de financiamiento dirigido específicamente a las zonas rurales dentro del Distrito Federal.

El “Programa Especial de financiamiento para la Comercialización de Productos Rurales” tiene como objetivo fomentar la comercialización de productos rurales al otorgar financiamientos para insumos y medios de transporte que fortalezcan el contacto directo entre las comunidades de productores rurales y el consumidor, y así eliminar el intermediarismo.

En suma, el Fondo para el Desarrollo Social a través de sus programas está acercando el financiamiento y el desarrollo a sectores que no encuentran o no tienen acceso a ellos en la Ciudad de México; sin embargo, aún hay grandes retos para generar un mayor impacto en el crecimiento y consolidación de las MiPyMES; es por esto que se están implementando otras políticas de fomento al desarrollo económico en la Ciudad.

Otras políticas públicas de fomento al desarrollo:

En julio del 2013, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y el Secretario de Desarrollo Económico, Salomón Chertorivski, encomendaron al Director General del Fondeso realizar una reestructura organizacional y operativa, con el objetivo de convertirla en una institución más transparente que garantice el desarrollo económico y social de las micro y pequeñas empresas, incluyendo ahora nuevos segmentos como emprendimiento de alto impacto y de impacto social.

Para definir las líneas de cambio por las cuales el Fondeso debería de reestructurarse, se realizó un estudio comparativo de las mejores prácticas internacionales de instituciones similares en ciudades como Chicago, Medellín y Londres, en el que identificaron las siguientes recomendaciones para las instituciones de fomento:

  • Los programas de crédito premian a los acreditados cumplidos y sancionan a los morosos.
  • Los créditos son etiquetados para promover ciertos rubros de gasto como inversión y capital de trabajo, no el consumo.
  • La línea de crédito es mayor conforme el acreditado demuestra que puede cumplir con el pago de un crédito menor. Esto permite operar créditos como protección social al mismo tiempo que se incentiva su cumplimiento.
  • Los créditos van acompañados de educación financiera.
  • El gobierno incentiva la inversión de capital de riesgo a través de apalancar la creación de un fondo privado con recursos públicos.
  • Los programas están articulados para cubrir las etapas de desarrollo de las empresas e incentivar su crecimiento conforme a su desempeño en cada programa.
  • Generar créditos con perfiles específicos permite acercarse más a la población y colocar mejor los créditos.

A partir de estas lecciones, se definió la estrategia de reestructuración hacía donde el Fondeso se debería de dirigir, y claramente versaría sobre una mejora organizacional acorde a las necesidades de la demanda, y a la ampliación de la oferta de productos para dar créditos mejor dirigidos y  poder llegar a más sectores de la ciudad.

En concreto, con la reestructuración se definieron las siguientes objetivos:

• Rediseñar el Fondeso para que cuente  y/o vincule con programas dirigidos a la población objetivo desatendida por los programas actuales, con la misión de incorporar nuevos productos de crédito, subsidio y capital.

• Contar con una herramienta de vinculación y desarrollo económico para proveer un servicio de diagnóstico para los solicitantes de Fondeso y la SEDECO, y así distribuirlos al programa que mejor se adapte a sus características y necesidades.

• Mejorar la operación de los programas actuales para fortalecer el impacto en las MiPyMEs de la Ciudad de México y modificaciones específicas al proceso operativo del Fondeso.

• Contar con una herramienta que permita evaluar los resultados de los apoyos de Fondeso y dar seguimiento a sus beneficiarios a través de la creación de un padrón único de beneficiarios.

Derivado de estos objetivos, se han realizado ya distintos programas con la intención de abarcar cada vez más sectores que requieren de políticas de fomento; en la siguiente matriz de etapas y segmentos de las empresas y emprendedores, podemos visualizar los programas con los que Fondeso ha operado desde su creación y los nuevos programas que se han incorporado a finales del 2013 y en el curso del 2014.

Matriz de marco conceptual:

Como podemos observar en la matriz superior, en la columna izquierda se encuentran los distintos tipos de empresas, y en las columnas siguientes las etapas por las cuales pasan estas que parten desde el emprendimiento (Start up) hasta las etapas de expansión.

Los rectángulos internos de colores muestran los programas que actualmente opera el Fondeso y el color representa el tipo de programa; los que están marcados con una estrella amarilla son los programas que se han desarrollado a partir de la restructuración.

En síntesis, podemos observar que desde su creación, el Fondeso únicamente se encontraba en los segmentos de necesidad y de empresas tradicionales, con los programas ya antes mencionados de crédito, consultoría y capacitación.

Pero en la actualidad con los nuevos programas, ya se está trabajando en sectores de alto impacto (proyectos con un alto grado de necesidad y de innovación) y proyectos de impacto social, ambos en etapas de start up. Con el proyecto de incubación de alto impacto (Start up México) hasta consolidación y expansión con el proyecto del centro  producción audiovisual, así también como el programa para generar cultura emprendedora en estudiantes de educación media y superior.

Estas recomendaciones pueden fungir como base para la trasformación de las instituciones de fomento que se traducen en creación de fondos de capital de riesgo con participación de recursos públicos por parte de gobiernos estatales. El desarrollo de nuevos productos crediticios dirigidos a sectores y etapas específicas de las empresas; el otorgamiento de subsidios sólo en productos no financieros como capacitaciones y consultorías; la sistematización, transparencia y medición del riesgo de las carteras.

En síntesis, podemos definir  como crucial la participación del gobierno con políticas públicas de fomento para las micro, pequeñas y medianas empresas. Por lo que el Fondeso en ese espíritu está ampliando su gama de apoyo para que las empresas y emprendedores de la Ciudad de México encuentren una opción para emprender, crecer, consolidarse y expandirse.

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