Con la humanidad entera parada en un barril atómico que podría volar por los aires en cualquier momento, se han multiplicado los botones de alarma para evitar las tensiones y las amenazas entre los pueblos y las naciones.

Entre ellos se encuentra el llamado Reloj del Apocalipsis, que simbólicamente mide el tiempo que le queda al planeta para llegar al fin del mundo, y que marcó en días pasados que la humanidad nunca ha estado tan cerca de un cataclismo planetario debido a la guerra en Ucrania, las tensiones nucleares y la crisis climática.

La irresponsabilidad de los líderes que deberían enfocar sus esfuerzos para mantener la paz mundial se ha regado como pólvora en los últimos días. Recientemente el líder norcoreano, Kim Jong Un, afirmó que pretende tener la fuerza nuclear más poderosa del mundo para contrarrestar las amenazas de EU. Y como prueba, ha lanzado un total de 70 misiles al océano, lo cual ha provocado una ola de alarma entre sus vecinos. Por su parte, Vladimmir Putin, el líder del Kermlin, hizo un recorrido propagandístico frente a sus tropas para supervisar lo que llamó «ensayos de represalia nuclear masiva».

El Boletín de los Científicos Atómicos, que describe el reloj como una «metáfora de lo cerca que está la humanidad de la autoaniquilación», movió las manecillas de 100 segundos a 90 segundos para la medianoche. El Boletín fue fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y otros científicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan, que produjo las primeras armas nucleares.

Cada año, la junta de ciencia y seguridad del Boletín y sus patrocinadores, entre los que figuran 11 premios Nobel ubicados en diferentes países, toman la decisión de mover las manecillas de este reloj simbólico.

Hasta ahora lo más cerca que ha estado de la medianoche, la hora fatídica a la que esperamos nunca llegar, había sido a 100 segundos. Así estuvo dos años desde enero de 2020.

Pero las cosas han empeorado. En un comunicado, el Boletín afirma que este año adelanta las manecillas «debido en gran parte, pero no exclusivamente, a la invasión de Ucrania por parte de Rusia y al mayor riesgo de una escalada nuclear».

«Vivimos en una época de peligro sin precedentes, y el Reloj del Apocalipsis refleja esa realidad», dijo Rachel Bronson, presidenta y directora ejecutiva del Boletín.

«90 segundos para la medianoche es lo más cerca de la medianoche que se ha ajustado el reloj, y es una decisión que nuestros expertos no toman a la ligera».

«El Gobierno de Estados Unidos, sus aliados de la OTAN y Ucrania tienen una multitud de canales para el diálogo», dijo. «Instamos a los líderes a explorarlos todos a su máxima capacidad para hacer retroceder el reloj».

En este campo tan riesgoso, afortunadamente, el hombre puede controlar el tiempo.

Es un tema de vida o muerte.