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Mnuchin se queda

Steve Bannon se va. Steve Mnuchin se queda. El Secretario del Tesoro del gabinete de Donald Trump no atiende el llamado de sus compañeros de clase de Yale, que lo conminan a renunciar por el aval que les dio Donald Trump a los grupos Neonazis que se expresaron violentamente en Charlottesville la semana pasada.

En una carta abierta al público, más de 300 exalumnos de Yale de la generación 1985 le dijeron: «Te hacemos un llamado como nuestro amigo, nuestro compañero de clase y como ciudadano de Estados Unidos, para que renuncies a tu cargo en protesta por el apoyo que el presidente Trump les brindó a los supremacistas blancos y al nazismo. Sabemos que tú eres mucho mejor que todo eso, y contamos contigo para que hagas lo correcto.»

Pero no lo hizo. Al contrario. A través de su twitter, Steve Mnuchin hizo una defensa feroz de su jefe. «Condeno de manera absoluta las acciones de aquellos que, llenos de odio, tratan de lastimar a los demás -escribió en tono admonitorio-; no tienen defensa de mi parte, ni de parte del presidente, ni de su administración.» Y continuó: «Mientras encuentro difícil de entender que deba defenderme de esto, o defender al presidente, me siento obligado a hacerles saber que el presidente no piensa que los neonazis o cualquier otro grupo que apoyan la violencia son equivalentes a los grupos que se manifiestan de forma pacífica y dentro de las leyes.» Lo único malo del caso es que al día siguiente de esta declaración, el propio Trump volvió a decir que la violencia provenía de muchas partes por igual.

 

Matthew Countryman, uno de los exalumnos que firmó la carta a Mnuchin, insistió en que el exhorto no tiene nada que ver con la política. «Esto no tiene nada que ver con el techo de la deuda o los proyectos de infraestructura. Esto tiene que ver con la clase de democracia queremos, y que país llegaremos a ser. Simplemente queremos saber de qué lado se encuentra Mnuchin.»

Pues a juzgar por su texto, el actual tesorero se encuentra en el lado equivocado de la historia. Y esto pesa aún más siendo judío. Mnuchin debería tener una alergia natural a todo lo que huela a nazismo. Pero puede más el interés.

 

 

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