Debido a la cuarentena que vive el mundo, un centenar de músicos de diferentes países se unieron en un concierto llevado a cabo desde sus respectivas casas. A lo largo del pasado domingo, millones de amantes de la música contemporánea pudieron ver en pantalla los desempeños y las canciones de Lady Gaga, The Rolling Stones, Stevie Wonder, Sheryl Crow, Ellie Goulding, Christine and the Queens, John Legend y Jennifer López, entre muchos otros.

La transmisión no estuvo exenta de fallas de sonido, cortes inesperados de las imágenes y altibajos a la hora de pasar de un cantante a otro. Pero en general logró transmitir el mensaje de la necesidad de acercamiento entre todos los miembros del género humano, a pesar del confinamiento individual y familiar que se ha extendido en los cinco continentes.

Los seguidores de los grupos y cantantes tuvieron la oportunidad de asomarse con o sin morbo a las habitaciones de sus ídolos, vieron la disposición del mobiliario, su afinidad con los colores y el cuidado o el desparpajo en el interior de sus vidas. Hubo cantantes que ni siquiera tuvieron el detalle de tender sus camas. Otros, como la cantante de Christine and the Queens, dio un pequeño pero vibrante discurso sobre la necesidad de trascender la soledad individual y otros más, como Keith Urban -el esposo de la radiante actriz Nicole Kidman- organizó a su familia como si fuera un conjunto musical y proporcionó un pequeño concierto desde la cueva familiar.

Triunfó la música. Fue todo un éxito.