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Odio en 280 caracteres

Si bien Twitter ha sido un medio extraordinario para trasmitir noticias de todo el mundo al instante, también ha sido utilizado como un vehículo para sembrar el odio contra determinados grupos, razas o ideologías. Y es natural. Exactamente lo mismo sucedió con el surgimiento de los medios masivos, como la prensa escrita, la radio, la televisión e Internet.

Twitter ha sido acusada por haber sido la correa de trasmisión de mensajes entre los terroristas que atacaron la sala de conciertos El Bataclán de París en 2015, y de difundir mensajes de pornografía infantil y prostitución de menores. Sin embargo, han habido pocos esfuerzos para analizar a fondo sus alcances, y poner sus mensajes en números y estadísticas. Eso es lo que ha hecho la Liga Antidifamación, una organización que mide la marea de antisemitismo que se difunde en esta red.

Según la Liga, el año pasado entró en acción un ejército de más de 3 millones de usuarios que escribieron más de 4.2 millones de tuits contra los judíos en los 12 meses que terminaron a finales de enero del presente año. Y la estrategia seguida no se distingue de la que utilizaron Hitler y Goebbels en la primera mitad del siglo pasado. En los tuits se dice que los judíos buscan apoderarse del mundo a través de las finanzas y las actividades económicas, y que deben ser detenidos a toda costa.

Pero como el contexto hoy es muy distinto del que prevalecía durante el surgimiento del nazismo, la narrativa actual también es diferente. Ahora el ariete contra los judíos es Harvey Weinstein, el productor cinematográfico protagonista de diversos escándalos por acosar sexualmente a decenas de actrices. Como se trata de un personaje judío, los tuits hacen gala de su origen, diciendo que es la prueba de que los judíos se han apoderado de Hollywood, el cine y la televisión, para trasmitir sus mensajes depravados en contra de la dignidad humana. Y eso tiene un buen efecto, porque Weinstein se ha convertido en el villano central de las actrices de la Warner Brothers y Universal Studios, así como del movimiento #Metoo.

Pero la propaganda antisemita es solo un ejemplo de lo que puede hacerse con la red. En estos tiempos de odio, donde la supremacía blanca ha sido catapultada por el discurso de la Casa Blanca, millones de mensajes de Twitter son utilizados también contra los negros, los latinos y las mujeres. Así, en unas cuantas líneas incendiarias de 280 caracteres, se puede sembrar el odio en los corazones con ciertas inclinaciones al racismo y la misoginia. O se pueden buscar nuevos adeptos a esa deplorable causa.

Es urgente que la empresa detenga los flujos de odio que trasmite.

 

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