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Otra cara de Montevideo

En Uruguay, la nación más igualitaria y pacífica de América Latina, una generación de milenials se ha propuesto transformar el rostro de la capital, abrirlo a las corrientes de diseño que se extienden por todo el mundo, y generar un modelo donde la creatividad propia se imponga en las esquinas más representativas de la ciudad.

Son jóvenes arquitectos, escritores, músicos, diseñadores, chefs y pintores que se han convertido en pequeños empresarios, compran o rentan locales en desuso y los convierten en restaurantes, galerías, boutiques y cafés que son centros de discusiones. Apoyados en sus propias fuerzas, sus locales venden productos nacionales que muchas veces son inventos y diseños propios, que culminan las cadenas productivas y le dan a Montevideo una fachada que la distingue de los locales semejantes de Buenos Aires y Santiago de Chile. En los barrios antiguos por ejemplo, los vetustos consultorios médicos se han convertido en tiendas que son imán para los consumidores por sus novedades, ya que venden almohadas finas de la popular lana del borrego merino, y bolsas y zapatos con diseños únicos en el mundo. En el centro de la ciudad un pequeño restaurante inventó una torta llamada gol, con albóndigas de la mejor carne, coles rojas y salsa agridulce, y en otro local el famoso chivito –la típica carne uruguaya- ahora es una receta que incluye filete mignon, huevo poché, cebollas fritas y… ¡tocino caramelizado!

Hace varias décadas, cuando la dictadura miliar tenía al país convertido en una cárcel, los jóvenes discutían como combatirla, si con ejércitos guerrilleros o con bombas. O con ambos recursos. Posteriormente, cuando el narcotráfico recorrió las avenidas y montañas de la nación, el fantasma de la violencia se apoderó de Montevideo.

Ahora la democracia se ha impuesto en el país. Hoy un gobierno de derecha, mañana de izquierda. El reparto del ingreso a través de los impuestos ha logrado que el último decil de la población económicamente activa tenga el 10% de la riqueza, y que el decir más elevado tenga exactamente el mismo porcentaje. La clase media ha crecido como un ningún otro país de América Latina.

Y en el gobierno pasado, la mariguana fue nacionalizada. No solo legalizada.

Por algo Uruguay es el más pacífico. Y el más igualitario.

Por algo sus jóvenes pueden hacer lo que quieran. Por ejemplo, convertir a Montevideo en un lienzo para dibujar lo que se les antoje.

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