Sacar la tarjeta

En el futbol, como se sabe, los árbitros sacan una tarjeta a los jugadores cuando cometen una falta que lo amerita. Puede ser amarilla como advertencia de futura expulsión a la próxima falta, o roja si se trata de una expulsión definitiva.

Sin embargo, en la cancha de las jornadas electorales el uso de las tarjetas es reprobable, porque con ellas los candidatos que las reparten compran de manera escondida el voto de los ciudadanos. Y eso amerita otro tipo de sanciones.

La investigación que abrió en días pasados la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales (FEDE), de la Fiscalía General de la República (FGR), en contra de Adrián de la Garza, candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al gobierno de Nuevo León, dejó al descubierto una práctica común en tiempos electorales.

La entrega de monederos electrónicos, o tarjetas con apoyos económicos para madres de familia, es un recurso empleado cada vez más en los procesos electorales. Las tarjetas se entregan con la promesa de que si el candidato o la candidata ganan las elecciones, se les depositará un monto cada cierto periodo. Esto no está clasificado como un delito electoral, y sin embargo lo es.

En el caso de Adrián de la Garza, el candidato ha solicitado el voto femenino a cambio de la entrega de una denominada «tarjeta rosa», en la que se depositarían 1,500 pesos bimestrales una vez que el candidato gane las elecciones del 6 de junio y se convierta en gobernador de Nuevo León.

Pero no es el único candidato que utiliza este recurso. En el proceso electoral en curso, al menos otros tres candidatos hacen campaña con la promesa de tarjetas de apoyo para mujeres. Víctor Hugo Romo, candidato de Morena a la alcaldía Miguel Hidalgo, ofrece «la tarjeta violeta»; Lía Limón, candidata de la coalición Va por México – partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD)- a la alcaldía Álvaro Obregón, ofrece «la tarjeta aliada»; Mauricio Kuri, candidato del PAN al gobierno de Querétaro, presentó la «tarjeta Contigo», que consistirá en un apoyo de 1,500 pesos para las mujeres de 18 a 59 años, en caso de llevarse la gubernatura.

Este delito tiene una larga historia. Desde hace 10 años, muchos otros aspirantes han recurrido a esta estrategia.

Se trata, hablando en plata, de la compra del voto.