Un diario es un cuaderno íntimo. En él se pueden guardar las actividades del día, pero también las opiniones del dueño, los sentimientos hacia sus amistades, sus rencores ocultos, las ideas que piensa que no se pueden compartir con nadie. Por eso el hecho de que el diario de la hija del presidente Joe Biden haya caído por descuido en manos del grupo llamado Veritas -uno de los grupos más conservadores y beligerantes de Estados Unidos- debe preocupar y movilizar a las autoridades norteamericanas para guardar bajo reserva su contenido y castigar a los culpables de cualquier delito cometido o en vías de cometerse.

El proyecto Veritas es uno de los favoritos del ex presidente Donald Trump, quien no tiene escrúpulos para beneficiarse de cualquier situación y de cualquier manera posible.

Sea el diario verdadero o una versión falsa, los mercaderes del ramo ya le han puesto precio a sus páginas. Ahora el supuesto diario ya cuesta $40,000 dólares estadounidenses.

Si alguien empieza a divulgar su contenido -sea verdad o mentira-, por ese simple hecho debe ir a la cárcel.

Si lo que prevalece en este caso es el silencio, la decencia se habrá impuesto sobre un suceso oscuro e incandescente.