Desde cualquier punto de vista, la invasión de Rusia a Ucrania es una medida condenable, ya que atenta contra el derecho de un pueblo a su libre determinación, y es una amenaza a la paz mundial. Por eso las Naciones Unidas (en la fotografía) acaban de expulsar a Rusia de su propio Consejo de Derechos Humanos, y la mayoría de las naciones del mundo se han pronunciado por incrementar las sanciones económicas contra Moscú.
La medida fue tomada por 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones.
Una de esas abstenciones fue la de México. El presidente López Obrador la justificó diciendo: “¿Para qué es la ONU?, ¿Cómo vamos a dinamitar un instrumento que es fundamental para conseguir acuerdos de paz y evitar la guerra y que la gente no siga sufriendo?, sobre todo la gente inocente, ¿Por qué no aceptar de que esa guerra dejó al descubierto el fracaso de la política?, porque la política se inventó para evitar la guerra”.
La expulsión, obviamente, no terminará con la guerra. Pero es un paso que revela la oposición de casi todos los países del mundo al expansionismo bélico de Vladimir Putin.