El homicida es un representante típico del México bronco de las ciudades contemporáneas. Se llama Jesús Hernández Alcocer, tiene 79 años, y asesinó a su esposa en el restaurante Suntory de la Colonia Del Valle, en la Alcaldía Benito Juárez. Su esposa tenía 22 años, se llamaba Yrma Lydya Gamboa y era cantante de música ranchera (en la fotografía).
Jesús Hernández Alcocer estuvo relacionado con en el presunto fraude procesal por 130 millones de dólares que, de acuerdo con la empresa Arthinia Internacional, cometió en 2009 el Obispo de Ecatepec, Onésimo Cepeda, junto con el empresario Jaime Matute Labrador.
Hernández Alcocer no es ningún abogado, pero se ostentaba como tal, por lo que incurría en el delito de usurpación de profesión. Pero eso era lo de menos.
Sus conocidos lo recuerdan llegando a las reuniones y poniendo su pistola en la mesa que tenía frente a sí. Es la estampa de un bravucón que, al asesinar a su esposa, rompió todos sus límites y purgará su sentencia en prisión,