Después de muchos años de silencio y mentiras, una investigación oficial informó que la desaparición de 43 estudiantes mexicanos en 2014 fue un “crimen de Estado”, que involucró a todos los niveles de gobierno. Se trata de la admisión más profunda de responsabilidad gubernamental en una de las atrocidades más conocidas de la historia moderna de México.
“En todo momento las autoridades federales, estatales y municipales tuvieron conocimiento de la movilización de los estudiantes”, dijo una comisión de la verdad en sus hallazgos preliminares. “Sus acciones, omisiones y participación permitieron la desaparición y ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas”.
El secuestro violento y la desaparición de los jóvenes estudiantes de una normal en el pueblo rural de Ayotzinapa, así como su posterior encubrimiento, confirmó que la responsabilidad se extendía a algunos de los más altos cargos nacionales. Ese tema ha sido durante mucho tiempo fuente de indignación nacional. El caso también ilustra la carnicería impulsada por los cárteles y la insidiosa corrupción estatal que continúa azotando al país.
Existen más de 100,000 personas desaparecidas en México. Esa cifra es el testimonio de la crueldad de los grupos del crimen organizados, conocidos por disolver cadáveres en tanques llenos de ácido y quemar cuerpos hasta reducirlos a cenizas.
Según fuentes presenciales del crimen, los estudiantes Daniel Solís y Julio César Ramírez Nava cayeron muertos en el acto. El cuerpo de Julio César Mondragón fue encontrado poco después con huellas de tortura. Otro alumno, Aldo Gutiérrez, lleva desde entonces en una cama de hospital en estado vegetativo. Los 43 se esfumaron sin dejar rastro alguno.
“Es muy importante que el gobierno ponga tanto énfasis en este caso porque fue una desaparición en masa, en la que fuerzas de seguridad de todos los niveles de gobierno se coludieron con una organización criminal”, dijo Maureen Meyer, vicepresidenta de varios programas en la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, una organización de investigación.
“Pero es importante que el gobierno también se enfoque en resolver las decenas de miles de desapariciones que han sucedido en todo el país y en poner fin a la impunidad que continúa ayudando a impulsar estos delitos”.
Llegar al fondo de la desaparición de los estudiantes fue una promesa clave de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien, en una de las primeras acciones de su gobierno, creó la comisión de la verdad para investigar la probable masacre y encubrimiento.
Llegar al fondo del asunto es el primer paso pare evitar sus repeticiones.
(Fotografía tomada de Business Insider Mexico)