La selección mexicana dio un buen partido. En eso coinciden todos los locutores y comentaristas que narraron el partido contra Paraguay, en el que México perdió 1-0.
En lo individual, todos los jugadores mexicanos dieron un partido en el que mostraron un rendimiento más elevado que el que normalmente ofrecen. Fueron dueños del balón a lo largo de los 90 minutos de juego.
¿La afición salió satisfecha?
No, por supuesto. Ningún aficionado va a los estadios y echa porras para ver perder a su equipo. Al final del partido, el único grito que se escuchó fue el de «¡FueraTata!
¿Es el Director Técnico (en la fotografía) el culpable de tanta derrota y empate ignominioso?
Sí, sin duda. El Tata Martino no ha entrenado a los jugadores de la selección para que hagan lo único que hay que hacer para ganar los partidos: meter goles.
Ahora, el Mundial está a la vuelta de la esquina.
Lo más probable es que «el Tata» lleve a México al desastre.
Será culpa de todos los que lo mantuvieron al frente del equipo.