¿Una cascarita, mi buen? En Iztapalapa, la Delegación más poblada y más olvidada del Distrito Federal, no solo prolifera el ambulantaje, lo gris de las casas, el narcomenudeo y la marginación, sino también la lucha por salir adelante y parecerse a la ciudad del primer mundo que resplandece en el verdor de Chapultepec, las boutiques de la Avenida Mazarik en Polanco y los modernos edificios de Santa Fe.
Los Guerreros Aztecas es un equipo de futbol cuyos integrantes juegan con una sola pierna. Manejan la velocidad con las muletas, dominan el balón con la pierna que les queda, cabecean frente al marco y son capaces de pegarle al balón de chilena.
Los Guerreros Azteca fue un equipo que nació en las calles del barrio con cinco mutilados -gente a la que le amputaron la pierna por un tumor, después de un atropellamiento o una caída de altura-, y ha crecido hasta juntar 23 jugadores. A todos les falta una pierna. Y al portero le falta un brazo. Pero eso no es ningún impedimento para que los más diestros corran por la banda, burlen al contrario, finten al defensa y tiren un cañonazo que pega en el travezaño.