Este siglo será el siglo de la nueva colonización. Así como los españoles y portugueses colonizaron América, y al igual que los ingleses convirtieron en colonias los países más poblados del mundo -China y la India-, así como otros países en África y Oceanía, la humanidad se prepara para una nueva colonización, un viaje mucho más lejano y mucho más peligroso: la colonización del planeta Marte.
La idea se ha cocinado desde los tiempos de las novelas de Julio Verne, pero recientemente una iniciativa holandesa llamada Mars One lanzó una convocatoria para todos los que quieran irse a Marte sin boleto de regreso, para establecer la primera colonia humana en el llamado planeta rojo. Parecía una idea sin ningún sustento, pero hubo muchos que acudieron a su llamado. En la actualidad, hay un centenar de personas que ya pasaron los filtros para declararse aptos para ir a Marte, después de que se presentaron más de 200 mil candidatos. Son 50 hombres y 50 mujeres en condiciones físicas óptimas, capaces de resistir las peores condiciones y realizar los mayores esfuerzos. Además, desde que la organización empezó a recolectar fondos de distintas empresas para el proyecto, sus fondos ascendieron al primer medio millón de dólares.
Con todo, el proyecto de colonizar Marte no pasaba de ser un sueño colonizador de los holandeses, hasta que la semana pasada el astronauta Buzz Aldrin, el segundo hombre que puso sus pies en la luna, declaró que está trabajando con un equipo especializado del Instituto Tecnológico de Florida para desarrollar un plan para colonizar Marte en los próximos 25 años. Su proyecto incluye utilizar a las lunas de Marte como bases de apoyo para estudiar de cerca el planeta rojo antes de colonizarlo, y su fecha de arribo la fijó en el 2039, el año en el que el proyecto Apolo, donde él iba, cumplirá 70 años de vida.
Aldrin dijo que se había acercado a la NASA para trabajar en conjunto, pero la NASA declaró que tenía sus propios planes. La NASA piensa poner un hombre en Marte un poco antes, a mediados de la década del 2030. De manera que, al igual que las antiguas colonizaciones de los siglos del XV al XVIII, la guerra por la colonización de Marte ya está desatada. Falta ver quién llega primero.