En un mundo donde la política y la economía fallan al proporcionar el bienestar que la gente requiere, y en el que los problemas ambientales están calentando al planeta, hay que buscar debajo de las piedras para encontrar buenas noticias.
Y las buenas noticias están ahí, aunque muchas veces nos negamos a verlas. Hay un cúmulo de críticos de los medios electrónicos y las redes sociales que sostienen que su uso nos ha empobrecido como personas. Y es cierto, porque hoy en día los más común es observar como las personas se zambullen de cabeza en las pantallas de sus celulares, sin importarles lo que sucede a su alrededor, o si se encuentran con otras personas con las que podrían platicar fuera de las pequeñas pantallas.
Pero habría que observar también otros temas que muchas veces se esconden tras las líneas más banales de los twitters. Hay un artículo de la revista Time que simplemente menciona los 37 sitios de Internet más solicitados para aprender algo nuevo. Y esto resulta sorprendente, porque a través de Internet cualquier usuario que sepa inglés puede olvidarse de las escuelas.
Existe una verdadera constelación de páginas web repletas de ciencia y tecnología. Hay páginas que enseñan a elaborar abono natural con lombrices, y otras que proporcionan carreras enteras de diseño gráfico. Los usuarios pueden adquirir nuevas habilidades, ampliar las esferas del conocimiento y mejorar significativamente sus especialidades.
En diferentes sitios se puede asistir a las clases de las mejores universidades del mundo, tomar los mejores cursos, entrar en contacto con los mejores maestros; se puede aprender cualquier tipo de tecnología, incrementar la creatividad, aprender a administrar un negocio. Las páginas que enseñan a hacer páginas web son infinitas. Se puede aprender un nuevo idioma con cursos rápidos e intensivos de 200 horas de clase. Se amplían los vocabularios con tarjetas didácticas. Existen grupos de aprendizaje de todo tipo de idiomas. Hay acceso a una red infinita de bibliotecas y enciclopedias. Si se tiene un instrumento musical, cualquiera puede aprender piano, guitarra o instrumentos de viento.
No existe mejor libro de autoayuda que el Internet. En él hay páginas para fortalecer la memoria, la confianza en sí mismo, el poder de la voluntad, la relajación, la meditación que quita unos cuantos minutos a la mañana, al concentración para resolver problemas, la visión interior y el optimismo por el simple hecho de estar vivos.
Porque si bien la tecnología ha hecho mucho daño, tanto a la naturaleza como a las relaciones personales, también es una herramienta poderosísima que, bien usada, puede ampliar nuestras libertades hacia nuevos horizontes.