Shangai
Concebida como la estrella polar del desarrollo de China, Shanghái es la ciudad de mayor crecimiento en los últimos 25 años. Situada en la desembocadura del rio Yangtsé, en un espacio semejante al sur de Manhattan, Shanghái ha experimentado un desarrollo vertiginoso que se puede observar comparando las fotografías que se han tomado desde las alturas en los últimos años. Es una secuencia que parece la multiplicación natural de los rascacielos. La ciudad se ha convertido en el puerto más importante del mundo, con una actividad que supera a sus rivales de Europa y los Estados Unidos. Sus más de 20 millones de habitantes la ubican como una de las más pobladas del mundo, y su pujanza industrial sólo es comparable a su actual magnetismo turístico. Ahora que China va a superar a Estados Unidos como el primer generador de riqueza en el orbe, Shanghái brillará con luz propia.
Río de Janeiro
Río, llamada así simplemente por los cariocas, es la ciudad del momento. La antigua capital de Brasil ha sido conocida mundialmente por la extraordinaria belleza de su bahía, sus playas de ensueño, sus carnavales de fábula, sus viajes panorámicos en teleférico y los brazos abiertos del Cristo gigante llamado Pan de Azúcar, una de las siete maravillas del mundo moderno. Río de Janeiro es hoy la segunda urbe económica y científica más importante de Brasil, cuna de sus emporios petroleros y crisol de la cultura mestiza más importante del Cono Sur. Si bien sus playas han sido la cuna de futbolistas de talla mundial –Pelé y Neymar-, ahora su estadio –el Maracaná- volverá a ser la sede del Mundial del Futbol. Y cuando eso se acabe, la fiesta no habrá terminado: en 2016, Río será también la sede de los Juegos Olímpicos. La batucada parece no tener fin.
Dubai
Situada en una esquina de la Península Arábiga, a la entrada del Golfo Pérsico, Dubai es una de las ciudades de mayor pujanza económica del mundo. Uno de los Emiratos Árabes Unidos, flotando en un mar de petróleo, la ciudad tiene perfiles cosmopolitas y cantidades enormes de dinero. Sus puestos de trabajo atraen mano de obra de Pakistán y la India. Sus construcciones son impactantes. Ahí se encuentra el edificio más alto del mundo, un hotel de 848 metros de altura, y un centro comercial cuyo principal atractivo es que en su interior se puede esquiar en la nieve. Afuera, la temperatura linda los 40 grados centígrados. Gobernada por una monarquía constitucional fincada en las enseñanzas del Islam, Dubai tiene una población llena de turbantes montada en camellos.
Londres
La capital del Reino Unido es la ciudad con el mayor producto interno bruto por habitante de Europa, y la quinta ciudad más rica del mundo. Como sede del antiguo imperio británico, Londres era la ciudad más poblada del mundo; actualmente tiene una población multicultural, donde los ingleses son ahora minoría. En sus calles se hablan aproximadamente 300 lenguas distintas. Muchos de sus lugares emblemáticos –como la Torre de Londres, la Abadía de Westminster y el Parlamento- han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. Su metro es el más antiguo del mundo, y su aeropuerto es el de mayor tráfico del planeta. La música de sus bares y su teatro en el barrio del West End son expresiones cultuales de fama mundial. En noviembre de este año, Londres será la capital del Mercado Mundial de Viajes, una organización que promueve el trismo mundial y los negocios de toda índole. La ciudad estará, nuevamente, en la mira de los capitales del mundo.
Bombay
La cuarta ciudad más poblada del mundo es el motor económico de la India. La ciudad produce sola casi el 40 por ciento del producto interior bruto de la nación, y concentra la mayor parte de las finanzas y el comercio del segundo país más poblado de la Tierra. Los rascacielos donde ruge la actividad del llamado Manhattan de la India son, junto con sus automóviles de lujo, el símbolo de un desarrollo que se nota desde todos los ángulos de la ciudad. Sus platillos son exquisitos y legendarios. Su producción cinematográfica es la mayor del orbe. Y junto a ello, la desigualdad social arroja un ejército de marginados que se reproducen dolorosamente viviendo en las calles y pidiendo limosna. Un tercio de la población de la ciudad vive en condiciones de pobreza extrema.
Singapur
Singapur es una Ciudad-Estado, tal y como lo fueron Atenas y Roma en la antigüedad. Es un archipiélago donde la gran urbe le ha ganado terreno al mar, y donde la voluntad de llegar al cielo ha producido un cúmulo de edificios habitacionales que figuran entre los más lujosos y modernos del sudeste asiático. En el cambio de siglo, se le consideró uno de los cuatro tigres asiáticos, un grupo de naciones que fueron ejemplo de un desarrollo vertiginoso e impresionante. Su puerto y su centro financiero lo han colado como uno de los cinco países comerciales más importantes del orbe, y su renta per cápita lo ubica como la ciudad más rica de la Tierra, si exceptuamos a las de Estados Unidos. Su moral oficial es de las más estrictas del mundo: tirar colillas de cigarro en la calle se castiga con cárcel, y el robo conduce a la flagelación.
Singapur es uno de los centros del comercio mundial, pues cuenta con el cuarto mayor centro financiero y el quinto puerto que más mercancías mueve. Su economía globalizada y diversificada depende especialmente del comercio y del sector manufacturero. En términos de paridad de poder adquisitivo, Singapur es el tercer país con mayor renta per cápita del mundo, además de figurar entre los primeros países en las listas internacionales de educación, sanidad, transparencia política y competitividad económica.
Políticamente, Singapur es una república parlamentaria multipartidista con un gobierno parlamentario unicameral inspirado en el sistema Westminster británico. El Partido de Acción Popular ha ganado todas las elecciones desde que el país obtuvo su independencia. Su población, unos cinco millones de habitantes, es muy diversa: alrededor de dos millones son de origen extranjero y entre los nativos, el 75 por ciento son chinos y el resto minorías de malayos, indios o euroasiáticos. Esta diversidad tiene su reflejo en los cuatro idiomas oficiales del país, que son el inglés, el chino, el malayo y el tamil, así como en las políticas gubernamentales que promueven el multiculturalismo.
Singapur es uno de los miembros fundadores de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático y ha sido sede del secretariado del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, además de formar parte de la Cumbre de Asia Oriental, del Movimiento de Países No Alineados y de la Mancomunidad de Naciones. El rápido desarrollo del país lo ha llevado a tener una influencia importante en los asuntos internacionales y a que algunos analistas lo consideren una potencia intermedia.