En muchas regiones de Pakistán, donde las mujeres no pueden ir a la escuela, la única fuente de información son los programas de enseñanza musulmana de los clérigos. Son semejantes a los Talk Shows de Estados Unidos -con llamadas del público y algunos foros con participantes-, con la diferencia fundamental de que en estos programas se aprenden las reglas básicas del Corán.
En uno de los programas más vistos -con mayores ratings, dirían los publicistas-, un clérigo llamado Mohammad Al Arifi instruye a los maridos a golpear a sus esposas como medida disciplinaria, pero bajo ciertas reglas. Una de ellas es jamás golpear en la cara. Se les puede golpear en los brazos, en las piernas, en la espalda o en las nalgas, pero jamás en el rostro. ¿Por qué? Porque no es conveniente dejarlas marcadas en el único lugar donde la gente puede verla.
Todos estos programas señalan los derechos que tiene el hombre sobre la mujer, así como las tareas que las esposas deben cumplir: hacer la comida, lavar la ropa, cuidar a los niños y lucir siempre elegantes cuando llega el marido. Y por supuesto no quejarse nunca.
Aunque existen en Pakistán grupos de defensa de los derechos de las mujeres, éstos no tienen canales de difusión, ni en la radio ni en la televisión. Hay algunos videos que ha podido subir a YouTube, pero para el común de los ciudadanos del país no son bien vistos.
Por eso no tienen rating.