El Estado Islámico es, sin duda, un fenómeno mundial. Sus amenazas y atentados terroristas han pulverizado la seguridad de los países más desarrollados del mundo, y han puesto a temblar a los participantes de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

¿Tiene el Estado Islámico un sistema de difusión que lo ubica entre los mejores del mundo? No lo sabemos de manera demostrable, pero sin lugar a dudas el terrorismo es un fenómeno que llama la atención de todos los medios. Las explosiones,  los ataques a mansalva y la muerte de miles de inocentes son fenómenos que se difunden como regueros de pólvora.

El Estado Islámico alcanza a diario sus objetivos: la población de todo el mundo no sabe cuándo será su próximo ataque, y vive con la garganta estrangulada.

Sin siquiera solicitarlo, le llegará una nueva promoción al Estado Islámico. Bradley Cooper, el actor de Hollywood cuatro veces nominado al Óscar, se encargará de producir una miniserie televisiva para la HBO, centrada en los orígenes del grupo terrorista que tiene asolado al mundo. La serie se basa en un libro llamado Banderas Negras: el surgimiento del Estado Islámico, de Joby Warrick, un periodista del Washington Post que ganó el Permio Pulitzer con esa obra.

La historia está basada en un rosario de entrevistas  con terroristas, políticos y agentes de inteligencia, y arroja luz sobre uno de los episodios más lúgubres de la historia reciente: la aparición de un grupo muy bien organizado que le ha declarado la guerra al mundo.

Joby Warrick pone énfasis en un dato que no resulta muy alentador para Estados Unidos. A su juicio, el nacimiento del Estado Islámico estuvo vinculado a la guerra de la potencia norteamericana contra Irak. Si bien la guerra se originó en el embuste del empleo de las armas químicas por Sadam Hussein, las consecuencias resultaron nefastas para todos.