De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. El tabaco mata, en términos generales, a la mitad de sus consumidores. El tabaco le roba la vida cada año a cerca de 6 millones de personas, de las cuales aproximadamente 5 millones son consumidores directos del producto y más de 600 000 son personas expuestas al humo de tabaco ajeno. Casi el 80% de los mil millones de fumadores que hay en el mundo viven en países de ingresos bajos o medios.

En México mueren diariamente 130 personas por tabaquismo. Cada año se reportan más de 43 mil muertes por esta adicción, que le resta a las personas entre 12 y 15 años de vida.

Entre los padecimientos relacionados con el tabaquismo están el infarto al miocardio; las enfermedades cerebro vasculares y respiratorias crónicas; el cáncer de pulmón, de colón, hígado y cérvix, así como la disfunción eréctil por bloqueo de las arterias.

Para atender las patologías relacionadas con el tabaquismo, el gobierno gasta aproximadamente 50 mil millones de pesos cada año. Y este gasto ha rendido sus frutos, vistas las cosas a la distancia. En un evento reciente que se llevó a cabo en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias -donde se encuentra el Centro Nacional de Capacitación en Tabaquismo-, el secretario de Salud dijo que mientras hace 80 años se registraban 86 mil defunciones por enfermedades respiratorias, en 2013, con siete veces más población de la que había en aquel entonces, el número de fallecimientos se redujo a la mitad.

Desgraciadamente, el consumo de cigarros sigue atrayendo a la población más joven, y su venta representa jugosas ganancia para la empresas.