La educación sexual, uno de lo logros universales en favor del conocimiento y la libertad, está en el banquillo de los acusados. La revista Time presenta un informe que señala que los jóvenes de varios países están inconformes con esa educación. El informe se llevó a cabo en Estados Unidos, el Reino Unido, Irlanda, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Irán, Brasil y Suecia entre jóvenes de 12 a 18 años. Todos ellos coinciden en que la educación sexual es deficiente. Aunque los contenidos son muy distintos en naciones como Irán y Suecia, los niños y jóvenes consultados coinciden en que la educación sexual es un tema que se enseña de manera neutra y distante, como si se tratara de matemáticas o geografía. Todos señalan que una educación sexual que se enseña de manera deshumanizada no ayuda a resolver los problemas que tienen los estudiantes.
En México el asunto es peor, porque aunque las autoridades han señalado insistentemente la urgencia de fortalecer y difundir la educación sexual -el titular de Salud, José Narro, sostuvo recientemente que es preciso ampliarla para evitar los embarazos infantiles-, hay una fuerte resistencia en su contra. En Nuevo León un grupo de padres de familia, aduciendo que ellos son los titulares exclusivos de la educación de sus hijos, exigieron a las autoridades el retiro de la educación sexual de los libros de texto. Y amenazaron que si las autoridades no lo hacían, ellos mismos se encargarían de arrancar las páginas de los libros donde se toca el tema de la sexualidad.
Hay también espectáculos estrafalarios y sintomáticos. Ayer miles de mexicanos marcharon en 120 ciudades del país para protestar contra la iniciativa del presidente Enrique Peña Nieto para reconocer en la Constitución el matrimonio homosexual. Y de paso, se fueron contra la educación sexual. En la marcha de Guadalajara participaron unos 50.000 asistentes. Cuando finalizó, un grupo de defensores del matrimonio gay, encabezados por un joven vestido de Jesucristo, cerró el paso en una de las avenidas utilizadas para desalojar a los manifestantes. Y en Culiacán Sinaloa, una madre de familia llamada Leticia Hernández dijo participar en la protesta porque «los niños tienen derecho a no ser expuestos a contenidos impropios de su edad» y porque «nadie tiene derecho a seguir mintiéndoles diciéndoles que el sexo es normal».
(Con información de la revista Time y el Noticiero Digital)