El estado de California quiere separarse de Estados Unidos. Es un movimiento embrionario, pero que puede tener repercusiones en los próximos años. Fue sin duda impulsado por la victoria de Donald Trump y, en mucho menor grado, por la salida del Reino Unido de la Comunidad Europea, el llamado Brexit. Sin embargo, los promotores de la independencia de California sostienen que, a diferencia del Brexit, California quiere salirse de Estados Unidos para formar parte del mundo, no para construir una nación aislada. Así, el Calexit se presenta como un movimiento opuesto al Brexit.
Los impulsores de este movimiento parten del hecho de que California es la sexta economía más grande del mundo, con un Producto Interno Bruto mayor que el de Francia y una población superior a la de Polonia. California se compara con naciones, más que con los demás estados de la Unión Americana. Y al mismo tiempo, por formar parte de Estados Unidos, su economía subsidia al resto de la nación, y su sistema impositivo le impide resolver sus problemas más apremiantes. California es el estado más rico de la Unión, pero también es el que tiene una infraestructura obsoleta para sus necesidades, las escuelas primarias y secundarias peor clasificadas en el país, una desigualdad social que no puede combatir permaneciendo en el sistema impositivo de la federación y, para su propia vergüenza, el mayor número de indigentes dentro de las 50 entidades federativas de Estados Unidos.
La arenga por la independencia del estado toca diversos temas que indignan a la población: California ha subsidiado con sus impuestos la industria armamentista del país y diferentes guerras, lo cual ha convertido al estado en uno de los blancos del terrorismo internacional; los votos de California, a pesar de tener el mayor número de electores en el Colegio Electoral, no han influido en las elecciones presidenciales; California tiene los mayores impuestos del país, pero esos fondos no pueden utilizarse para satisfacer las necesidades del pueblo californiano; a pesar de tener enormes reservas naturales, el 46% de esos recursos son manejados por la federación; los sistemas de educación y salud de California no tienen la libertad de ser gratuitos, y el orgullo de su población diversa y multicultural no coincide con las políticas de exclusión que se presentan en los demás estados.
El movimiento por la independencia de California apenas se inicia. Actualmente empieza por recabar fondos, con el propósito de votar en 2018 la posibilidad de realizar un referéndum en 2019 que le permita al estado convertirse en una nación independiente.