Para explicar las ideas y los afanes que se mueven en la arena política de Europa, Jochen Bittner, editor del semanario alemán Die Zeit, ha inventado un duelo conceptual entre dos extremos opuestos. En una esquina del pleito, ha puesto a las ideas del cantante John Lennon de los Beatles -basándose en la letra de la canción Imagine-, y en la otra esquina ha colocado las ideas de Stephen Bannon, el principal consejero de Donald Trump.
En la esquina de John Lennon se piensa que el hombre es universal. Los países y las fronteras son conceptos artificiales, que separan a los individuos y les ocultan las similitudes de la condición humana. Los hombres tienen la libertad de moverse sin obstáculos por el mundo, y lo mismo debe ocurrir con todas la mercancías y productos. La globalización es un proceso irreversible, y cuando todo el mundo se dé cuenta de sus beneficios, las ventajas comparativas de la producción de bienes será el patrimonio de todos los consumidores.
Para Lennon, todas las religiones conllevan las semillas de los valores, y por eso tienen que ser practicadas en serio y respetadas por los no creyentes. El Islam, contra lo que muchos piensan, es una religión de la paz. El cristianismo, el judaísmo, el budismo, el hinduismo y el Islam pueden y deben convivir en armonía.
En la visión de Lennon, los derechos humanos están por encima de las diferencias de género, razas, culturas y capacidades.
Por eso, organizaciones como la Unión Europea y las Naciones Unidas expresan claramente estos principios, y deben prevalecer para extenderlos a toda la humanidad.
Por el contrario, en la esquina de Stephen Bannon el nacionalismo se sitúa por encima de los organismos internacionales. La nación es lo que define la esencia de los ciudadanos, y la libertad de movimiento de los individuos entre las naciones debe estar regulada y reglamentada con precisión. Lo mismo debe suceder con la libre circulación de mercancías. Las importaciones deben permitirse solo si favorecen a la nación.
En cuanto a la religión, la ideología de Bannon tiene preferencia por el cristianismo, y sostiene que el Islam es una religión agresiva contra los valores occidentales. Por eso hay que perseguirla. Y cerrar las fronteras contra sus practicantes.
Para Bannon el feminismo es un invento que trata de igualar géneros diferentes, y que enseñado a muchas mujeres que sus enemigos son básicamente los hombres.
Finalmente, para la ideología de Bannon el Brexit es el remedio contra una Unión Europea que lo único que ha logrado es debilitar la fuerza de los países que la conforman.
Estas ideas, en esencia, serán el piso común de las elecciones que se avecinan en Francia y Alemania.