En Estados Unidos la energía solar da empleos a más de 370 mil personas. Ellas se dedican a la construcción, instalación y manufactura del sector, y representan una fuerza laboral superior a la industria del carbón, que da trabajo a más de 160 mil trabajadores. Ambos rubros están por debajo de la industria petrolera, que cuenta con más de 515 mil personas, y por encima de la energía eólica, donde laboran poco más de 100 mil.
En el rubro de la energía solar, China no tiene rival. El año pasado duplicó sus instalaciones hasta llegar a los 77 gigavatios, algo inalcanzable para muchos países. Sin embargo, al considerar la energía solar per cápita, China queda muy abajo de pequeñas naciones, como Dinamarca o Liechtenstein, que tienen 500 y 800 vatios o watts por habitante.
En Estados Unidos, las fuentes de energía tradicionales y las nuevas se disputan a los cerca de 2 millones de trabajadores que laboran en la producción de energía. California y Nevada son los estados líderes en fuentes de energía solar, y los estados con planicies del centro del país llevan la batuta en energía eólica. Texas y Nuevo México siguen siendo los líderes petroleros de la nación, y Wyoming y West Virginia siguen sumergidos en la industria del carbón.
Donald Trump, enemigo de las políticas contra el cambio climático, ha prometido ampliar la base de trabajadores de la industria del carbón. Pero no todo el país lo apoya. Las industrias petroleras y del carbón, que contribuyen con gran parte de la emisión de gases de efecto invernadero, no son panaceas para los ambientalistas. Y al igual que sus demás políticas, los empeños de la Casa Blanca son vistos como carreras de velocidad, pero en reversa.
Las tendencias indican que en este renglón China tomará la delantera. Actualmente, la energía solar representa para China apenas el 1% de la producción total de la energía necesaria el país, mientras que la mezcla de energías renovables ya ocupa el 11%; pero hay planes para aumentar este porcentaje hasta el 20% en 2030. Para esto, China estará invirtiendo 364.000 millones de dólares para nuevos proyectos de energía renovable de aquí a 2020.
El sol, como en la antigua mitología china, descansará en los árboles.