En el Campo Nou de Barcelona, el estadio donde brilló durante siete años y estuvo a las órdenes de Pep Guardiola los dos últimos, Rafa Márquez tuvo su despedida del Club León, actual campeón mexicano, y un homenaje muy emotivo por parte del público. La exigente afición culé, que lo siguió durante la época dorada en la que jugó con al equipo catalán para ganar la Liga Española, la Supercopa de España, la Liga de Campeones de la UEFA y la Copa del Rey, se puso de pie para despedirlo con un prolongado aplauso en el medio tiempo.
Fue una despedida a medias, porque como todo mundo sabe Rafa Márquez no se va del futbol. Su nuevo equipo, el Hellas Verona de Italia, lo recibe con los brazos abiertos y sobre todo con la esperanza de hacer un buen papel en el césped, ya que ascendió el año pasado a la división de lujo del futbol italiano.
Lo único malo de la calurosa despedida de Rafa Márquez fue la goliza que le metió el Barcelona al León, donde el equipo catalán no tuvo piedad alguna, y el equipo mexicano no tuvo respiro. El marcador fue un espantoso 6 a O. Los verdugos principales fueron Neymar y Messi, que no se tocan el corazón a la hora de las despedidas.