En un artículo que publicó en la revista Time, Malala Youzafzai describe sus esfuerzos para lograr que todas las mujeres del mundo asistan a la escuela. Dice que hace dos años varias naciones apoyadas por las Naciones Unidas se comprometieron a dotar a sus mujeres con 12 años de educación para el año 2030, pero que los esfuerzos no han sido parejos. Muchas naciones de África, Asia y América Latina -donde el problema de las mujeres fuera de las escuelas es mayor- no solo no están cumpliendo con las medidas para ello, sino que están reduciendo sus presupuestos destinados a la educación, obviamente en perjuicio de sus niñas.
Como contraparte, Malala habla del caso de Najlaa, una niña iraquí que tuvo la firme intención de estudiar para ser periodista, y que ha tenido que escalar una cuesta muy empinada para alcanzar su sueño. Para empezar, a la edad de 14 años, sus padres la encaminaron hacia la tradicional opresión del matrimonio. Najlaa huyó de la ceremonia con todo y su vestido de novia, y de esa manera eludió la obligación de casarse. Dos años más tarde el Estado Islámico invadió su pequeña aldea, y el sable del matrimonio forzado se levantó nuevamente sobre su cuello. Najlaa lo evitó con una nueva huida, y en la actualidad su lucha es todo un peregrinaje; vive en un pequeño pueblo en Kurdistán, y tiene que caminar diariamente más de una hora para llegar a su salón de clases.
Dice Malala que el caso de Najlaa le sirve de inspiración. Y esa anécdota es solo un espejo de su experiencia, porque la vida de Malala Yousafzai es un testimonio que inspira a todas las mujeres sin educación: a los 15 años, en su afán por seguir estudiando, Malala fue balaceada por un enviado de los Talibanes que le disparó varias veces en el interior de su camión escolar, ya que dicho grupo se opone violentamente a la educación de las mujeres. Malala se salvó de milagro, y en 2014 recibió el Premio Nobel de la Paz. A la edad de 17 años.
Hoy Malala tiene una fundación para apoyar la asistencia a la escuela de todas las mujeres del orbe, y es una antorcha de valores en un mundo convulsionado por las dictaduras irracionales y los presidentes desternillados.