Gerente de Responsabilidad Social Corporativo de Cuauhtemoc Moctezuma
La responsabilidad social para Cuauhtémoc Moctezuma no es algo nuevo, es parte del ADN, es la forma de crear valor económico y social de forma simultánea desde que nació hace más de 120 años. Las líneas de acción en este sentido son muchas. Llevamos más de un siglo trabajando en temas como educación, medio ambiente, cultura, asuntos laborales, consumo responsable.
El cine está inserto en la causa educativa; tenemos un proyecto que arrancó hace dos años, cuando transformamos un camión de reparto de cerveza en un vehículo que transporta pantallas inflables a los lugares más remotos de la península de Yucatán, se llama Cine Gira. De forma simultánea iniciamos el diálogo con Ambulante para sumarnos a su causa, también educativa pero a través del documental. Hay muchas comunidades que tienen una referencia muy limitada del cine y con poca visibilidad de culturas fuera de su comunidad; se trata de lugares que no tienen acceso a los beneficios de actividades culturales y recreativas, y en ese sentido nos pareció muy interesante llegar a las plazas públicas e invitar a la gente a que fuera a ver una película. Eso es como abrir las ventanas de la percepción a dimensiones más amplias.
Inicialmente difundimos documentales y películas mexicanas, nos pareció que tenían que estar en español para que la gente realmente tuviera la experiencia del cine y se divirtiera. Canana y Roberto Girault se sumaron con algunas películas para exhibir llevando mensajes positivos y constructivos como “El estudiante” que fue una de las que utilizamos más, porque le llega al público directamente, y es muy entretenida. También difundimos algunas películas dobladas, que funcionaran en el sentido educativo, y evitamos las cintas que tratan de llamar la atención con escenas de violencia. No nos interesaba promover algo agresivo, por supuesto.
Con Ambulante el propósito siempre fue incentivar mesas de discusión sobre temas educativos o socialmente importantes, para que realmente hubiese un proceso de aprendizaje a través del cine. En el fondo, pensamos que el documental es una herramienta muy importante para estimular el juicio crítico. Que la gente se pregunte, reflexione, cuestione, que dialogue y, en su caso, que pueda cambiar realidades injustas, dañinas o inoperantes. En ese sentido Ambulante tiene un método muy eficaz, ya muy probado; han logrado llegar a los lugares poco usuales para el cine y que la gente de esas ciudades y comunidades se interese por el cine documental. Lo que presentan son realidades que pueden o no estar vinculadas con la realidad de las comunidades, pero que al tocar ciertas fibras que son universales mueven a la reflexión. Ahí está el documental que ganó la beca más reciente que otorgamos llamado Bering, por ejemplo, una obra mexicana sobre el Estrecho de Bering, que trata el tema de la pérdida de las raíces y la identidad de los pueblos que viven ahí pero que puede ser reflejo de una realidad en cualquier parte del mundo.
Nosotros participamos con Ambulante de dos formas: los apoyamos durante las giras que realizan, en las mesas de discusión sobre temas que nos interesan –como el agua, la energía, la educación-, y les ofrecemos una beca de post producción a los documentales que el comité experto selecciona entre los candidatos. Esto lo hacemos así porque sabemos que la parte más cara y complicada por ser la última, es la post producción, los creadores van a las locaciones, levantan imágenes, entrevistan gente, y una vez que ya tienen todo el material requerido muchas veces se quedan sin recursos y su documental no sale a la luz, ahí es donde cobra relevancia la beca Cuauhtémoc Moctezuma Ambulante. Los recursos disponibles en el apoyo pueden cubrir entre 2 y 4 películas. En 2012 se terminaron tres documentales, todos ellos óperas primas, y una de ellas afortunadamente resultó muy favorecida en festivales nacionales e internacionales-, lo cual es un incentivo muy poderoso para los creadores. Con Bering la experiencia fue un proceso sorprendente, porque la idea original de su autora era escribir un libro, y ya que llegó hasta ese remoto estrecho se dio cuenta de que lo que mejor podía expresar su idea y sentimientos eran las imágenes a través de un documental. Y eso es precisamente lo que queremos impulsar, el punto de vista de los creadores que muestran una realidad diferente que nos hace pensar sobre la nuestra. Es como una invitación a la reflexión, para después pasar a la acción.
Lo que buscamos es generar conciencia social, que la gente se dé cuenta que el cambio depende de nosotros, no depende solamente de las autoridades o de las instituciones o de las empresas. Finalmente, no son las instituciones las que generan un cambio real, sino la participación de la gente. Y ese proceso siempre nos lleva a un mejor sitio a todos. Queremos finalmente una sociedad más educada, más pensante, más reflexiva y más participativa.