La voluntad es una fuerza imbatible. Casi todo lo puede. Cuando un hombre se propone utilizar su cuerpo y alma para alcanzar una meta que ve a su alcance, nada lo detiene. Ni el miedo, ni el dolor, ni la indiferencia de los demás.
Un ejemplo de ello es el triunfo sorprendente de Xia Boyu, un hombre de 69 años que finalmente conquistó la punta más elevada del mundo después de cinco intentos fallidos. El pasado 14 de mayo Xia levantó los brazos en señal de victoria desde la cima del Everest.
Ah, y lo hizo sin piernas.
Xia Boyu nació en la provincia de Qinghai en China, y desde niño aspiraba a alcanzar el pico de la montaña nevada que veía en sus excursiones hacia el Tibet. En 1975 Xia llevó a cabo el primer intento, y el resultado fue desastroso. Al llegar a los 8 mil metros de altura, su equipo de escaladores se enfrentó a una tormenta de nieve, y Xia le dio su bolsa para dormir a un compañero que se congelaba. El grupo no alcanzó la cima -son 8,848 metros- y por el frío Xia sufrió una hipotermia que lo llevó a la amputación de sus piernas.
Pero eso no lo detuvo. Realizó tres nuevos intentos con sus piernas de fierro -en 2014, 2015 y 2016-, y en el último intento llegó a estar a 100 metros de la cima, pero una nueva tormenta lo obligó a regresar.
Xia sabía que su quinto intento sería el último. Se acercaba a los 70 años de edad. Y se convirtió en el segundo hombre sin piernas que alcanzó la cima -el otro fue el neozelandés Mark Inglis, quien lo logró en 2006- y el primero en lograrlo escalando desde Nepal.
Después de alcanzar su meta, la vida adquirió otra dimensión. Ya en un hospital de Beijing después de su hazaña, cuando le preguntaron a Xia cuál era su opinión del Everest, dijo con una sonrisa: «lo odio».
(Con información de TIME y la BBC)