El Partido Verde Ecologista de México, que dice representar las causas ambientalistas en el país, se ha encaramado nuevamente en la cúspide del poder. Astucia no les falta. Capital político y monedas de cambio, tampoco. Cuando llegó Vicente Fox a la silla presidencial, en la aurora del siglo, los verdes se subieron al caballo del cambio lustrando las botas del mandatario. Y esa cercanía se volvió tendencia. En 2010, el PVEM selló un pacto con el presidente Felipe Calderón para «combatir la inseguridad», y de ahí en adelante se colgaron del cuello del inquilino de Los Pinos para obtener nuevos escaños y curules. En la reunión fundacional de ese pacto estuvieron Jorge Emilio González -el llamado «Niño Verde»- y Arturo Escobar y Vega, haciendo sus primeras apariciones como joven promesa. Posteriormente, en 2012, el PVEM se cambió de vehículo y se subió a la carroza de Enrique Peña Nieto, que prometía un sexenio encendido con las candilejas de una telenovela. Y ahora, como para frotarse los ojos, el PVEM ya está en el centro de la Cuarta Transformación del país, del brazo de Andrés Manuel López Obrador.
Si. Hay que ver para creer. El nuevo amigo público del próximo presidente se llama Manuel Velasco Coello -el güero-, quien fuera gobernador de Chiapas y quien se separó de su cargo para ser senador. Y luego, obedeciendo a los tiempos políticos y la nómina del estado, solicitó licencia al nuevo presidente del Senado, el viejo líder estudiantil Martí Batres Guadarrama. La propuesta fue puesta a consideración del Pleno, y los senadores la rechazaron adivinando las intenciones del senador de Chiapas. Pero después ¡oh sorpresa!, el líder de la bancada de Morena dijo que había que rectificar, que el partido sí apoyaba el regreso del gobernador a su silla original en Tuxta Gutiérrez, y que todo había sido un malentendido.
Mientras tanto, en el Congreso de San Lázaro, otro arreglo entre el PVEM y Morena salía a la luz. Arturo Escobar y Vega, la joven promesa que ahora es el coordinador del Partido Verde Ecologista de México en la Cámara de Diputados, declaró sin rubor que negoció con el líder de la bancada de Morena, Mario Delgado, para cederle cinco diputados a fin de que este partido lograra la mayoría absoluta en el recinto. ¿Y a cambio de qué? Escobar explicó que ahora Morena impulsará programas de atención prioritaria al cáncer infantil. Su declaración es de una nitidez política y mercantil extraordinaria: «Nos salió baratísimo», dijo.
Nuevamente, obedeciendo al principio de estar con el vencedor hasta su muerte, el PVEM está en la cima de la cordillera política nacional. Desde que se inició en México la alternancia, ningún otro partido político lo ha logrado.