La lucha por los Óscares es la más dura y apasionante para los ejércitos de Hollywood y ahora de Netflix. Y la antesala de ellos son los Globos de Oro, que se definirán el próximo 5 de enero de acuerdo a los criterios de la prensa escrita que se especializa en el cine. Por eso los actores, actrices, directores, guionistas, cantantes y todos los que participan en la industria cinematográfica se frotan las manos para ver qué les toca.

Los Globos de Oro son mucho más benignos y bondadosos que los Óscares. La división de las películas en dramas o comedias permite repartir galardones a muchas cintas, directores y actores, para que nadie se vaya con las manos vacías. ¿Cuál es mejor película: El Irlándés o Érase una vez en Hollywood?  Puede ser que la primera se lleve la estatuilla como mejor película de drama y la segunda como mejor película de comedia. ¿Y quién es mejor actor, Joaquín Phoenix o Leonardo di Caprio? Pues en este caso puede suceder que ambos, también, salgan felices con sus Globos de Oro. El primero por su actuación dramática en Joker y el segundo por su actuación cómica en Érase una vez en Hollywood.

Sólo una injusticia: ¿dónde quedó Robert De Niro por su soberbia actuación en El Irlándés?

Ah, pero cuando la división de las películas en dramas o comedias desaparece, vamos a ver auténticas batallas. ¿Alguien quiere sangre? Pues ahí estarán en la arena de los gladiadores Martin Scorsese contra Quentin Tarantino para ver quien es el mejor director de películas. Y el retador, moviéndose en círculo, será Todd Phillips, por su extraordinaria dirección en Joker.

Y resulta irónico, pero la lucha más encarnizada se va a dar en el ruedo del Globo de Oro a Mejor Actor de Reparto en drama. Nadie sabe quien ganará. Es una pelea de monstruos. ¿Brad Pitt por Érase una vez en Hollywood? ¿Tom Hanks, por A Beautiful Day In The Neighborhood? ¿Al Pacino por El irlandés? ¿Anthony Hopkins, por Los dos papás? o ¿Joe Pesci por El irlandés? Las apuestas ya se abrieron, y nadie sabe qué hacer. No hay un valiente que dé el primer paso. Todo mundo está quieto. Solo la sangre hierve.