El testimonio de Omar Fayad, enfermo de Coronavirus, es estrujante. Lo dijo en una estación de radio, pero más que una entrevista es un llamado de alerta para que la población sepa cuáles son los efectos del Coronavirus, esté consciente de la imposibilidad de curarlo con medicinas, y multiplique las medidas preventivas.
Como es sabido, Omar Fayad es el gobernador activo del estado de Hidalgo, y la semana pasada gozaba de cabal salud. Anduvo recorriendo los hospitales de su estado para tomar las debidas precauciones para que el número de pacientes infectados no fuera a rebasar la capacidad instalada, y enmedio de esas actividades contrajo la enfermedad.
«No se imaginan lo que es esto -señaló con la voz aún quebrada por la enfermedad-; el dolor de cabeza y el dolor de todo el cuerpo son insoportables. Las altas temperaturas no bajan, y uno tiene ganas de salir al balcón y tirarse al vacío. Y los médicos solo prescriben el Paracetamol, no hay más medicinas.»
Si uno conoce el tema del Coronavirus solo por la información general que aparece en la prensa escrita y los medios electrónicos, no se percata del infierno que padecen los pacientes que contraen el virus. Por eso la declaración de Fayad es tan importante. Es un testimonio único, porque se trata de una figura pública que sabe comunicar y hablar de su propio caso. Y su caso, como el de cualquier otro paciente, se cocina con las flamas del infierno.
Muchas gracias, Omar Fayad, por tratar de prevenir a tus semejantes de caer en ese suplicio.