En el siglo XXI suceden cosas como las que ocurrían en la Edad Media. En Irán, para el horror de todos los países occidentales, un padre decapitó a su hija de 13 años de edad -la que aparece en la fotografía- por tratar de irse con un hombre del que estaba enamorada. El padre aprovechó que estaba dormida, y la decapitó «para salvar su honor».
Esa escena de espanto sucedió en la ciudad de Talesh, en la provincia de Gilan, al norte de Irán. Las autoridades arrestaron al padre asesino, y dijeron que posteriormente darán más información, cuando se tengan los elementos del caso. La víctima -que aparece en la fotografía- se llamaba Romina Ashrafi, y había huido previeamente de su casa buscando al hombre del que vivía enamorada, un parroquiano de 35 años.
Y no es el único caso. La prensa local reportó el mismo día que otro hombre le prendió fuego a la casa de su hermana por haberse casado con un hombre mucho mayor que ella. En ciertos casos, ante los arrebatos de amor, se responde con incendios, crímenes, decapitaciones. Es la costumbre.