Aunque su uso es discrecional para todos los habitantes de la Ciudad de México y el resto del país, el cubrebocas se ha convertido en una tabla de salvación que evita en buena medida la propagación desmedida del coronavirus, el cual se ha comprobado que se difunde por aire en lugares cerrados y, en menor medida, en lugares abiertos.
El INEGI dio a conocer algunas estadísticas que se hicieron a través de una encuesta telefónica, en la cual se reveló que el uso del cubrebocas no es igual en todas las colonias y alcaldías de la ciudad. En la Miguel Hidalgo, por ejemplo, su uso es del 93 por ciento en las colonias Escandón, Argentina Poniente, Polanco II Sección, y San Miguel Chapultepec, según el monitoreo que dio a conocer el Gobierno de la Ciudad en la conferencia de prensa del 24 de julio. La Colonia Coyoacán, en la Alcaldía del mismo nombre, tiene el uso más generalizado en espacios públicos con un 94 por ciento, de acuerdo con el mismo informe. El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro reportó en un comunicado, el 12 de mayo, que el uso en sus estaciones y vagones es del 90 por ciento de los usuarios.
El gobierno de la ciudad ha hecho obligatorio el uso de cubrebocas en espacios públicos; incluso, se ordenó de manera específica para quienes acudan a correr a los bosques de Chapultepec, Tlalpan y Aragón.
A nivel internacional, se ha visto que los países del sudeste asiático que tienen el mayor uso del cubrebocas -como Taiwán, Corea del Sur, Singapur y Hong Kong-, han sido los que tienen menores índices de contagios que Estados Unidos y los países europeos.