En México, como en muchos otros países, a lo largo de la historia las mujeres han sufrido el estigma de ser seres humanos inferiores, con menos capacidades que los hombres, y descalificadas para ejercer mandos de dirección en muchos ámbitos.
Al hablar de posesión de bienes, un solo dato es revelador de esta disparidad: apenas el 13 por ciento de las mujeres son propietarias de un vehículo, contra un 36 por ciento de los hombres.
Solo hasta años muy recientes, la paridad de género se ha logrado establecer en el Congreso de la Unión. La composición ahora en el Senado es del 50.8% de mujeres, y en la Cámara de Diputados es del 48.2%.
Las elecciones en puerta, donde se renovarán 15 Gubernaturas en toda la República, es una oportunidad para que las mujeres accedan a altos cargos de dirección en sus respectivos estados. En ellas participan 46 mujeres, y entre ellas se encuentran algunas ex superdelegadas, una ex Miss Universo, una exgobernadora y la hija de Félix Salgado Macedonio (en la fotografía) quien fue destituido de su candidatura.
Si las mujeres logran gobernar en 16 de los 32 estados, la paridad de género en México habrá dado un enorme salto.