Con 228 votos en contra fundamentalmente del PRI y el Partido Verde y 209 a favor, los supuestos representantes de la ciudadanía en la cámara de diputados desecharon la propuesta de la conocida como Ley 3 de 3 que buscaba obligar a los funcionarios a presentar públicamente tres tipos de declaraciones: la patrimonial, la fiscal y la de intereses.
De esta manera el artículo 29 de dicha ley se mantuvo como lo aprobó la cámara de senadores la madrugada del miércoles, en el que se advierte que las declaraciones serán públicas “excepto los rubros cuya publicidad pueda afectar la vida privada o los datos personales protegidos por la Constitución”.
Y después de la suigéneris manifestación –porque no es un recurso que suela utilizar la clase empresarial- que hizo la COPARMEX en el Ángel de la Independencia para quejarse de la obligación que imponía la ley de las tres declaraciones a los empresarios que realizaran negocios con el Estado, los mismos dos partidos y el Panal avalaron una reserva del PAN para modificar la Ley 3 de 3.
Cuánto temor tienen los funcionarios públicos de transparentar sus haberes, y eso que fueron, según algunos analistas, fuertemente castigados por el voto en las elecciones pasadas. Seguirá prevaleciendo la opacidad en un tema que significaba un paso adelante para socavar la indignante corrupción que campea en nuestro país.