Malala Yousafzai, la joven pakistaní que ganó el Nobel de la Paz al defender el derecho de las mujeres a la educación en los países islámicos y en el mundo entero, ha levantado la voz nuevamente.
Malala dijo que el mundo no puede olvidarse de las 276 niñas nigerianas que fueron secuestradas de su escuela hace 300 días por el grupo islámico fanático Boko Haram, una organización que se opone a la educación occidental y a la educación de las mujeres en particular.
Algunas de las niñas que lograron escapar al cautiverio narraron los horrores a los que fueron sometidas, ya que fueron vendidas como esclavas sexuales.
Boko Haram es un grupo que se ha caracterizado por llevar a cabo masacres en pueblos enteros, y actualmente tiene amenazado al gobierno de Nigeria para impedir las elecciones en las zonas que controla.
Con su valentía por delante, Malala ha dicho que «no olvidará a sus hermanas».