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Adios, Nobel

La corrupción es una infección que llega a todos lados. Nadie se salva de ella. No digamos los políticos y mandatarios de América Latina, corroídos por el dinero y los escándalos fabricados burdamente por la constructora brasileña Odebrecht. No. Al decir nadie se salva se devela un universo de corrupción en el que quedan incluidos los productores más reconocidos de Hollywood, los altos financieros de Japón, los reyes de España, los presidentes de Francia, los jerarcas del Kremlin, los brahmanes de la India y los prelados de El Vaticano. Y hay otros dignatarios cuyos escándalos están en sus primeras fases. Por eso Donald Trump es un platillo que se cuece aparte.

Pero… ¿la gente que se encarga de otorgar el Premio Nobel de Literatura, una presea histórica  que ha engalanado las plumas y los talentos más radiantes del mundo entero?

Parece increíble, pero se ha revelado que uno de los hombres más cercanos a la esfera íntima del Premio Nobel de Literatura, el fotógrafo francés Jean Claude Arnauld, estuvo acosando y violando a 18 mujeres en los recintos del propio Nobel y demás lugares propios de la realeza literaria. La bomba estalló en un diario llamado Dagens Nyheter, y obligó a la renuncia de la mayoría de los miembros de la Academia. De 18 que había, se quedaron 10. Una de las que renunció, la académica Katarina Frostensony, era la defenestrada esposa de Arnaud, y tenía una asociación a la que la Academia del Nobel le otorgaba generosas sumas de dinero. Otra, la secretaria general de la institución Sara Danius, se puso del lado de las víctimas, y recibió el apoyo de grandes manifestaciones en Estocolmo, como la que aparece en la fotografía. El escándalo fue tan grande, que el propio Rey de Suecia tuvo que salir a declarar para tranquilizar las aguas.

El nombre del ganador del Nobel de este año se conocerá en 2019.

El nombramiento y entrega del Nobel solo se había detenido por las guerras mundiales. Los galardonados que siguen vivos están compungidos y desorientados. Los que ya murieron, blasfeman desde sus tumbas.

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