En Tel Aviv, decenas de miles marcharon pidiendo el fin de la era de Benjamin Netanyahu. Para sus oponentes, su política de confrontación con los palestinos en particular y el mundo árabe en general ha sido el carburante de un enfrentamiento que no parece tener fin. Por eso, la oposición exige un cambio de rumbo que tenga, en principio, el reconocimiento y el respeto de los dos Estados en disputa: Israel y el Estado Palestino.
Sin embargo, los fundamentalistas de ambos bandos parecen conspirar para dinamitar cualquier tipo de negociación o acuerdo entre los opuestos. El Estado Islámico acaba de subir a YouTube un video horripilante, donde aparece un niño disparando a la cabeza de un supuesto espía israelí como escarmiento. Más leños al fuego.