Hay millones de personas con discapacidad en el mundo entero. Se calcula que entre 110 millones y 190 millones de personas, o sea la quinta parte de la población mundial, se ven afectadas por discapacidades importantes.
Pero hay algunas de ellas que no solo logran salir adelante, sino que también logran tener un reconocimiento a nivel mundial. Entre ellas se encuentran Gaten Matarazzo, Stephen William Hawking: Jamie Brewer, Stevie Wonder y John Nash, entre otros.
Entre ellos también se encuentra Miguel Tomasín, un baterista argentino que convoca el aplauso de multitudes, al igual que su compatriota Lionel Messi.
A lo largo de 30 años de carrera, Miguel Tomasín ha lanzado más decenas de álbumes, ha convertido a su banda en uno de los grupos musicales más influyentes del Cono Sur, y ha ayudado a cientos de personas con discapacidades a expresar su voz a través de la música.
Todo eso lo ha conseguido, en buena medida, gracias a contar con una visión artística única que proviene -según afirman su familia, sus compañeros músicos y sus amigos- de haber nacido con síndrome de Down. Su historia, dicen, muestra cómo el arte puede ayudar a superar las barreras sociales, y representa un esfuerzo por destacar los talentos de una persona, en lugar de sus limitaciones.
Tomasín también ha inspirado a los miembros de su banda -llamada Reynols-, a crear talleres para personas con discapacidad. Y otros músicos con los que han colaborado han lanzado nuevos grupos, entre cuyos miembros se encuentran personas con capacidades distintas de desarrollo.
“Gracias a Miguel, muchas personas que nunca habían interactuado con una persona con síndrome Down pudieron concientizarse de su mundo a través de la música”, dijo Patricio Conlazo, un integrante ocasional de Reynols que, luego de tocar con Tomasín, lanzó proyectos para personas con discapacidades en el sur de Argentina.
En tres décadas la creatividad de Tomasín ha producido alrededor de 120 álbumes, así como varias giras americanas y europeas y colaboraciones con algunos de los músicos experimentales más respetados del mundo. Como Reynols distribuye en partes iguales las ganancias de los espectáculos y las ventas de música, Tomasín se ha convertido en uno de los pocos músicos profesionales con síndrome de Down del mundo.
En la fotografía: Tomasín revisando su batería. Tomada de The New York Times.