Amazon empezó vendiendo libros por Internet. Literatura, sobre todo. ¿Alguien quiere a Camus, García Márquez, Dostoyevsky, Dos Passos o Tom Wolfe? Ya no había que ir a librerías. La librería de Amazon, abierta en todas las pantallas de computadoras, le mandaba en un máximo de tres días todos sus libros. Libros impresos, claro. Los lectores no estaban acostumbrados a los libros electrónicos. No había Kindle. Los lectores preferían el olor del papel al brillo de la pantalla.
Eso era en 1985. En ese lustro, Amazon creció y diversificó sus ofertas, y muy pronto los clientes se acostumbraron a comprar por Internet zapatos, camisas, todo tipo de ropa, libros por supuesto pero también películas, DVDs, música, mesas, lámparas, escritorios, utensilios para la escuela, cámaras fotográficas, televisiones, aparatos electrónicos, videojuegos. Amazon empezó a marcar la agenda en el mercado por Internet, y el mercado por Internet empezó a marcar la agenda en el mercado mundial. Amazon llegó muy pronto a vender sus productos en 45 países, impulsando con brío la globalización de los mercados. Durante los diez primeros años del presente siglo, Amazon desarrolló una base de clientes de alrededor de 30 millones de personas. Tiene un modelo de ingresos por ventas. La empresa hace su dinero tomando un pequeño porcentaje del precio de venta de cada artículo que se vende a través de su sitio web. Además, permite a las compañías anunciar sus productos pagando por sus anuncios en sus sitios.
¿Y por qué no vender comida? En este último lustro, Amazon empezó a ensayar con ese nuevo giro. Y le dio resultado. Miles de clientes decidieron ya no volver al supermercado. Adiós, Comer. Amazon tomó ventaja ofreciendo precios más baratos para la comida, sin incrementos por la entrega domiciliaria. Muchos se enojaron. En su corta trayectoria, Amazon fue demandada por Barnes & Noble, una firma muy importante de librerías, y por la popular firma Walmart. Es lógico.
Ahora Amazon acaba de adquirir la empresa Whole Foods, una de las mayores vendedoras de productos orgánicos entre la población. Sus tiendas están en 400 ciudades de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido. Amazon empezará la próxima semana vendiendo pollos, huevo, vegetales y algunos tipos de peces orgánicos. Y lo hará a precios rebajados. Se acabaron los altos precios de los productos orgánicos. El imperio de Amazon es el de las gangas. Tal vez por eso, por no dejarse vencer por la ambición de las grandes ganancias, el dueño de Amazon -Jeff Bezos- ahora le disputa a Bill Gates el lugar como el hombre más rico del mundo.