México no está en guerra, pero en su interior existen regiones que parecen que sí lo están. Aunque la violencia azota a casi todas las entidades federativas de la Republica, su fuerza no siempre es la misma. Hay estados -como Guanajuato, Michoacán, Baja California, el Estado de México, Jalisco y Chihuahua-, que concentran casi la mitad de los homicidios dolosos del país.
Por eso hay una migración constante de México hacia los países del norte.
Miles de mexicanos están solicitando el estatus de refugiados en Canadá debido a la relativa facilidad para obtener asilo en ese país en comparación con Estados Unidos. Más de 8 mil ciudadanos mexicanos solicitaron el estatus de refugiado en 2022. Eso es casi cinco veces más que el año pasado, y más del doble que en 2019, el último año antes de la pandemia de Covid-19 y las restricciones de viaje que la acompañaron.
Uno de los refugiados -Pedro Meraz, un profesor de la Universidad de Colima- aseguró que vivir en su estado natal, era como vivir en una zona de guerra, con tiroteos, autos quemados y cuerpos desmembrados afuera de las escuelas. Cuando su esposa -una abogada de 28 años que trabajaba con mujeres maltratadas-, comenzó a recibir amenazas de muerte de un cártel y las autoridades locales ignoraron sus súplicas de ayuda, supieron que tenían que irse.
Lo mismo ha sucedido con varios activistas de derechos humanos, profesores universitarios y abogados comunes y corrientes.
En los primeros nueve meses de 2022, la Junta de Inmigración y Refugiados de Canadá, un tribunal independiente que investiga y decide casos de asilo, finalizó más de 2 mil 700 solicitudes de solicitantes de asilo mexicanos.
En Canadá los solicitantes deben cumplir con la definición de «refugiado de la convención» de las Naciones Unidas, lo que significa que están fuera de sus países de origen y tienen un temor fundado de ser perseguidos si regresan por motivos de raza, religión u opiniones políticas.
The Welcome Collective, una organización benéfica con sede en Montreal que proporciona artículos esenciales a los nuevos solicitantes de asilo, dijo que la mitad de los clientes actuales del grupo procedían de México, lo cual representa un aumento del 300 por ciento en comparación con principios de este año.
«Tuvieron que huir por la violencia y otras razones humanitarias. Para encontrar un mejor lugar para sus hijos», señaló Flavia Leiva, voluntaria y coordinadora del grupo.
Además del atractivo de paz que ofrece Canadá, los mexicanos no han necesitado una visa para viajar al país desde que el gobierno canadiense la eliminó como requisito a fines de 2016.
Leiva también dijo que más mexicanos eligen ir a Canadá en lugar de Estados Unidos porque creen que es más seguro.»En Estados Unidos los ponen en jaulas , las condiciones no son tan buenas», dijo Leiva. «La gente no se siente segura ni protegida».
Un profesor universitario llamado Pedro Meraz, dijo que él y su familia decidieron que Canadá les ofrecería la mejor oportunidad para comenzar de nuevo. «Mi esposa investigó la existencia de tratados internacionales para proteger a las personas que están en riesgo», señaló.
Hizo referencia a las políticas y regulaciones canadienses que protegen a las mujeres y los niños, además de la tasa de criminalidad comparativamente baja del país.
«Estados Unidos nunca estuvo en nuestras mentes, ya que hay mucha violencia… ataques donde mueren muchas personas inocentes», enfatizó Meraz. «Canadá, estadísticamente, tiene un índice de violencia muy bajo y su calidad de vida es mucho mejor que la de Estados Unidos».