¿Se imagina el fenómeno de poder convertir la basura en luz? La conversión no es tan fácil. Es todo un procedimiento. Primero hay que generar un tipo de gas llamado biogás a partir de la descomposición de las materias orgánicas de la basura, las cuales se liberan a partir de unas celdas cúbicas especiales, instaladas en un relleno de basura especial. En México, este relleno existe en el estado de Morelos.
El relleno se llama La Perseverancia, y se encuentra en la ciudad de Cuautla. En el relleno el biogás producido genera un megawatt por hora de energía, que se coloca en la red nacional de la Comisión Federal de Electricidad y se compra por un par de empresas privadas, llamadas BuinMor y Metapapel.
En la Perseverancia, diariamente se reciben mil toneladas de desechos de Cuernavaca y de 13 municipios de Morelos, así como cien toneladas que llegan de la Capital. Los residuos ingresan en tractocamiones y son confinados en celdas cúbicas que son selladas para que en su interior se liberen líquidos lixiviados y biogás. De ahí el biogás es canalizado hacia decenas de pozos donde un motor los succiona para inyectarlo como combustible a un generador de electricidad y de esa manera convertir los desechos orgánicos en luz.
Con una inversión privada de 50 millones de pesos, el generador se conecta al Centro Nacional de Control de Energía de Puebla, el cual abre la red nacional de distribución. La planta cuenta con certificación del Protocolo de California, por lo cual recibe bonos de carbono al evitar que 12 mil 500 toneladas de carbono terminen en la atmósfera y contribuyan al calentamiento global.
(Información de Reforma)