Ayer siete partidos se salieron inopinadamente del Consejo General del Instituto Nacional Electoral. Acaudillados por Javier Corral y Pablo Gómez, aprovecharon una discusión sobre el orden del día que se prolongó por la importancia del tema, para mostrar su inconformidad y denunciar la supuesta existencia de un bloque de consejeros que se niega a discutir el corazón de un asunto fundamental, que es la prohibición de difundir programas sociales ensalsando la imagen del gobernador o funcionario en turno. Es, sin duda, lo que mejor saben hacer: salirse de la discusión, criticar al árbitro electoral y presentarse como los ejemplos de pureza democrática en el país.
Hoy el Consejero Presidente del INE les salió al paso señalando que el Consejo General es un espacio de discusión de todas la propuestas, y que es natural la existencia de desacuerdos. Pero sobre todo puntualizó un importante detalle: nadie está negando la discusión, y menos la discusión de un tema central como la relación entre los programas sociales y las campañas electorales.
El Consejero Presidente -cuyo voto individual fue a favor de llevar a cabo la discusión del tema ayer- señaló que en el próximo Consejo General se tratará el asunto.
Nada extraordinario.
Tampoco es inusual que los representantes de los partidos aspiren, como siempre, al fulgor de los reflectores.