En medio de tantas malas noticias, apareció el primer auto eléctrico mexicano. Sí. Mexicano. Nuestro país ya produce automóviles propios, así como Italia tiene los Fiat, Francia los Peaugeot, España los Seat, Alemania los Mercedes Benz, Japón los Nissan y si, Estados Unidos tiene los Ford.
Se trata del primer vehículo eléctrico de carga ligera, que puede recargase en tan solo 30 minutos para recorrer una distancia de cien kilómetros. Es una creación de ingenieros mexicanos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco y la empresa mexicana Vehículos Eléctricos Corporativos (VEC), y tiene un costo aproximado de 500 mil pesos.
Es un automóvil de carga que servirá en primera instancia para el mercado de reparto y de servicios urbanos, y tiene una capacidad de carga de una y media tonelada. Además tiene baterías únicas, de nueva generación -de litio y hierro-, que tienen una duración de más de 10 años, lo que va a permitir que la flota de vehículos sea desechado junto con sus baterías. Si: baterías que duran 10 años.
Dice Salvador Vega y León, rector general de la UAM, que el vehículo representa un aporte noble al medio ambiente, recomendable para la conducción de la ciudad “y su mantenimiento puede costar hasta 10 veces menos que la de un vehículo de gasolina”.
El nuevo automóvil mexicano puede correr hasta 120 kilómetros por hora.
El rector de la UAM Azcapotzalco, Romualdo López Zárate, indicó que esta tecnología representa un momento oportuno para aprovechar las capacidades que existen dentro del país. «Tenemos conocimiento, tenemos gente preparada, tenemos alumnos interesados en impulsar un desarrollo basado en nuestras potencialidades y no sólo depender de la relación con Estados Unidos».
Es una gran noticia. La mejor del año. Un automóvil mexicano hecho por mexicanos.
Y en el momento en el que Donald Trump llega al trono para recoger en todo el mundo los despojos de sus Ford.