El presidente López Obrador ha reaccionado virulentemente contra todos los que, a su juicio, no están de su parte. Todos los que acudirán a la marcha por el INE, por supuesto, pero también un enorme grupo de intelectuales, escritores y periodistas que son voces críticas, que no apoyan abiertamente sus medidas o que no le rinden culto.
A todos los que no están de su lado los llamó ‘Clasistas’, ‘racistas’, ‘rateros’, ‘deshonestos’, ‘hipócritas’, ‘corruptos’, ‘corruptazos’, ‘neoliberales’, ‘conservadores’, ‘cretinos’, ‘simuladores’, ‘inmorales’, ‘fifís’, ‘ladinos’, ‘aspiracionstas’, ‘sabiondos’, ‘abyectos’, ‘serviles’, ‘barberos’ y ‘lambiscones’,
Entre ellos mencionó a Roger Bartra, José Woldenberg, Lorenzo Córdova, Carmen Aristegui y muchos más. «Todos esos, aunque vayan a misa los domingos, no le tienen amor al pueblo, y son racistas en su mayoría, clasistas y muy hipócritas. Que lo sepan, pues, que se sepa bien.»
¿Quién está de su lado? Parece que nadie.
Cada vez más, el presidente está contra México.