Por cuarta vez, se anunció la muerte de Abubakar Shekau, el líder de Boko Haram. El ejército de Nigeria dijo que le dio muerte al atacar el pequeño poblado de Taye, en el denso bosque de Sambisa, en el noreste del país. Sin embargo, ya nadie cree en la noticia. Después de anunciar la segunda muerte del líder en 2009, su figura apareció en Internet burlándose de su propio deceso.
La personalidad de Abubakar es tan huidiza como el grupo que encabeza. El líder nació entre 1965 y 1975 en una aldea muy pobre del estado de Yobe, una entidad conocida por sus masacres religiosas. Se cree que siendo joven estudió teología, pero después se convirtió al radicalismo del Islam. Domina varios idiomas y dialectos, entre ellos el árabe y el inglés. Cuando el fundador de Boko Haram -un término que significa «la educación occidental está prohibida»- fue ejecutado frente a una multitud por el ejército, Abubakar tomó como propia a una de sus cuatro esposas y adoptó a sus hijos.
A partir de ese momento, Abubakar organizó una cruzada contra la educación de occidente, principalmente el cristianismo. En mayo de 2012, Boko Haram perpetró una matanza de más de 50 jóvenes en el interior de su escuela. En abril de 2014 secuestró a 270 niñas de una secundaria, porque el grupo se opone a que las mujeres asistan a la escuela. La mayoría de las niñas fueron obligadas a casarse con miembros del grupo, mientras otras fueron vendidas como esclavas. El grupo despliega una ola de terror muy efectiva. Desde que Abubakar asumió el liderazgo, Boko Haram ha asesinado a más de 20 personas, y provocado el exilio de 2 millones.
En 2013, el gobierno de Estados Unidos puso una recompensa de 7 millones de dólares por tener indicios para la captura del líder. El anzuelo quedó en el aire. En 2014 se anunció su tercera muerte.
Nadie sabe si esta cuarta muerte es la verdadera.