Las migraciones en el mundo son muy diferentes, por supuesto, pero la mayoría de ellas obedecen a las condiciones precarias o explosivas que existen en los países que arrojan oleadas de migrantes. Las migraciones existen desde el origen de la humanidad. Es un problema que, visto en perspectiva, parece sin solución. Pero sí la tiene: el remedio es terminar con esas condiciones precarias o explosivas que obligan a la gente a abandonar como último recurso sus países de origen.
El nuevo Presidente de Chile, Gabriel Boric, dijo en estos días que su Gobierno analiza el sistema de cuotas que implementó la Unión Europea ante la crisis migratoria por la guerra en Siria; en este lado del mundo, ésa sería una propuesta para descomprimir la presión que supone el éxodo venezolano.
«Hemos seguido con mucha atención desde hace mucho tiempo cuál ha sido el proceder de la Unión Europea a propósito de la crisis derivada de la guerra en Siria, que sabemos es el mayor éxodo mundial en este momento, y sabemos cómo se implementó con opiniones disimiles respecto al resultado, con un sistema de cuotas a los países europeos», dijo en su primera rueda de prensa con corresponsales extranjeros.
«El punto de fondo es que una crisis migratoria, en este caso de más de seis millones de personas que han inmigrado de Venezuela en particular, la carga de aquello no puede recaer en uno o un grupo de países», dijo al referirse a Colombia, Perú y Chile.
El Mandatario de izquierda cree que con una mirada regional frente a este crisis humanitaria todos pueden «ganar».
«Tanto los países, profundizando la relación, así como los inmigrantes, que lo hacen en una situación de mucha desesperación y que muchas veces al sobrecargarse en un solo país se ven en una situación muy difícil de inserción», apuntó.
Desde principios de 2021, en las ciudades y rutas del norte de Chile se ven miles de familias de migrantes a la deriva, pernoctando en espacios públicos, pidiendo limosnas o esperando ayudas de amigos y familiares.
Al menos 23 migrantes han muerto en los pasos clandestinos a más de 4 mil metros de altura y temperaturas extremas, sobre todo frías, cuando cruzan durante la noche el altiplano andino para luego caminar por vías en el desierto de Atacama.
¿Y México? ¿No se vive en la frontera del país una situación de crisis permanente, debido a las condiciones de cruce fronterizo y las amenazas del narcotráfico?
Podríamos aprender mucho de lo que sucede en el Cono Sur con las cuotas de migrantes. Estados Unidos podrá ganar mucho con un sistema de cuotas para abrir fuentes de trabajo a los migrantes. Sería también, como lo dijo el nuevo mandatario de Chile, un sistema de ganar-ganar.