El calentamiento sigue

Las ganas de actuar contra el calentamiento global de la Tierra se condensaron en 1992. Un puñado de representantes de todo el mundo se reunieron en Río de Janeiro para celebrar un encuentro llamado “La Cumbre de la Tierra”, y prometieron bajar la temperatura del planeta a niveles aceptables. De ahí surgió la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Era una promesa alentadora, porque prometía reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a un nivel que impidiera el peligroso calentamiento global. Con ello, a largo plazo, se combatiría el incremento de las sequías, por un lado, y los huracanes, por otro.

Muchos años después surgió El Acuerdo de París, que se proponía un esfuerzo colectivo para no elevar la temperatura de la Tierra más allá de los 2 grados centígrados en el presente siglo. Fue un suspiro esperanzador, ya que fue firmado por 196 países y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016.

Sin embargo, al estar sujeto a los vaivenes de la política, el Acuerdo ha sufrido una serie de descalabros y recomposiciones. El 1º de junio de 2017, el presidente de Estados Unidos Donald Trump anunció la retirada de Estados Unidos del Tratado, con lo cual dejó fuera del acuerdo a uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero de la Tierra. Sin embargo, afortunadamente, el siguiente presidente -Joe Bidan- comprendió a la perfección el error de su predecesor, y regresó a su país al Acuerdo, lo cual se hizo oficial el 19 de febrero de 2021.

La Tierra respiró de nuevo.