Luis Andrés Giménez Cacho Santiago Crítica literaria
Von Wobeser, Gisela (coord.). Vidas mexicanas. Diez biografías para entender a México. México: Fondo de Cultura Económica, Academia Mexicana de Historia. 2015.
Esta colección de breves biografías, sin llegar a las setenta páginas cada una, es más que un mero repaso de diferentes momentos históricos. En sus hojas se aprecia un panorama general de México y, sobre todo, una perspectiva distinta de las concepciones oficiales de la historia nacional de un país con una gran diversidad ideológica y social; un país con políticos que pactan y negocian, a veces sólo por el beneficio individual; un país en búsqueda de una identidad, la cual puede encontrar en la multiplicidad de personas que lo han dibujado, escrito, combatido y organizado a su manera.
Entre el catálogo de figuras reseñadas destaca la presencia de tres notables artistas: Sor Juna Inés de la Cruz, Frida Kahlo y Octavio Paz. Se trata de tres personalidades con una sensibilidad particular, ajenos, aunque no siempre alejados, de la realidad política. Además de ellos, se incluye a Marina Malintzin, esposa del conquistador español que derrocó al imperio mexica, y el inmortalizado liberador de México, Miguel Hidalgo y Costilla. Complementan esta lista otros dos hombres esenciales para la creación del sistema político mexicano del siglo XX: Venustiano Carranza, el constitucionalista, y Álvaro Obregón, el gran triunfador de la Revolución Mexicana; ambos asesinados por motivos poco claros. Redondean este conjunto otros individuos cuyos aportes han retocado nuestra realidad y le dan la forma concreta que adopta hoy en día: Antonio Valeriano, el relator de la aparición de la Virgen de Guadalupe, Antonio López de Santa Anna, el vendedor de la mitad del país a los Estados Unidos y Ramón Corona, militar que derrotó a Maximiliano de Habsburgo y fue opositor a Porfirio Díaz como gobernador de Jalisco. Las vidas de todos, al igual que su visión particular del momento histórico en que vivieron, desde la evangelización hasta la democracia electoral, logran transmitir una crónica relevante sobre distintas épocas transitadas por esta tierra mexicana, cuyas consecuencias observamos tanto el doce de diciembre como el puente del cinco de febrero; al ver un mapa de la República Mexicana o visitar casi cualquier museo en el Centro Histórico Ciudad de México.
Un acierto, tal como se señala en la introducción, es el hecho de incluir figuras de cinco siglos, desde la llegada de los españoles en el siglo XVI hasta nuestro pasado reciente en el siglo XX. Así, se rescatan aspectos de la vida social, religiosa, política y artística de México. Esta aproximación a la historia descubre las motivaciones de hombres y mujeres, sus ambiciones, deseos, frustraciones y orgullos; se trata de un conjunto de escrituras mucho más ricas que una mera síntesis de eventos protagonizados por acartonados patriotas mexicanos.
Cada una de las diez biografías está escrita por un integrante de la Academia Mexicana de Historia. Entre los nombres de los académicos se encuentran Antonio Rubial García, Miguel León-Portilla, Mercedes de la Garza, Javier Garciadiego, o Enrique Krauze. Si bien la mayor parte del texto está presentado a manera de narración del acontecer personal de cada biografiado, son varios los recursos desplegados por los historiadores en estas páginas. Para la reconstrucción de estas vidas se utilizan testimonios en cartas, documentos, libros y demás publicaciones difundidas en la misma época en que vivieron. También abundan las fuentes secundarias, incluidos análisis de otros autores sobre los momentos históricos y de los personajes en cuestión.
Otra de las bondades del texto es la multiplicidad de estilos de cada uno de los autores, por lo que si alguna de los capítulos es demasiado esquemático, hay otros cuya lectura es más fluida y con una redacción que puede ser más fácilmente comprendida por un público no especializado. Además, al haber sido hecho por estudiosos de la historia, se trata de un volumen muy bien documentado; la bibliografía incluida al final de cada sección es de suma utilidad para todos aquellos que deseen acercarse más a alguna de las vidas o los períodos expuestos. En este sentido, resulta una pena que los apartados referentes a Miguel Hidalgo y Antonio López de Santa Anna no incluyan bibliografía ni referencias, tal como el resto de los trabajos. El libro, entonces, sirve como un punto de partida sugerente para comenzar a leer sobre la historia de este país.
Se trata de un texto escrito con todo el rigor profesional de la disciplina y que revela episodios de nuestra propia realidad vista desde múltiples puntos de vista, los cuales han estado entretejidos a lo largo del tiempo, de forma que revelan, a veces juntos, a veces por separado, la trama de caminos sobre los que hemos transitado como mexicanos.