El nombre de Digna Ochoa es un recordatorio fúnebre de que la justicia en México simplemente no existe.
Su cuerpo fue encontrado sin vida en su despacho -ubicado en la calle de Zacatecas 31, colonia Roma-, la tarde del 19 de octubre de 2001. Digna Ochoa fue una destacada abogada mexicana defensora de los derechos humanos, galardonada con diversos premios internacionales en reconocimiento por su trabajo.
Durante varios años trabajó en casos en los que se encontraban implicados funcionarios y miembros de la Procuraduría General y de las fuerzas armadas involucrados en graves violaciones de derechos humanos. Luchó para que se descubriera a los autores de tales ilícitos para ponerlos en manos de la justicia. Antes de su asesinato, Digna Ochoa había sido víctima de diversas amenazas y secuestros.
Según David Peña Rodríguez, abogado de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos, “durante más de 13 años el caso de Digna, como víctima, se ha litigado en contra del Ministerio Público y de las autoridades que han omitido investigar debidamente su asesinato, y ya ni siquiera por esclarecer los hechos o en contra de quienes hayan sido los autores intelectuales y materiales.”
Hasta que la verdad salga a la luz, el nombre de Digna Ochoa seguirá manchando de indignidad a todos los miembros de la justicia mexicana.
Fotografía: Digna Ochoa en Voces del Periodista, Diario.