Al firmar la carta de intención para la colaboración entre el Comité de Participacion Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupcion y el Instituto Nacional Electoral, Jacqueline Peschard -presidenta de dicho Sistema-, dijo que no hay que dejar solo al INE. Que la elección que viene es muy complicada. En ese sentido, señaló:

«En el terreno de las campañas políticas, el sentido de la Carta de Intención que estamos firmando el Comité de Participación Ciudadana con el Instituto Nacional Electoral es claro: queremos acompañar al Instituto en sus labores de fiscalización y transparencia. La elección que tenemos en puerta es no solamente la más importante de la historia del país, sino también la más difícil. Puede ser también la más encarnizada. En su afán por ganar votos, los actores políticos pueden recurrir a prácticas que no se encuadran no solamente en el marco civilizado de la democracia, sino tampoco en nuestro marco legal. Los actores pueden recurrir a la llamada guerra sucia, al descrédito de los rivales a través de la calumnia y el vituperio, al uso indiscriminado de recursos de cualquier procedencia para asegurar votos, a las presiones económicas y laborales para orientar el sufragio de los trabajadores, a la propaganda indebida el día de la votación en redes sociales.

Como bien sabemos, nos ha costado mucho trabajo construir nuestra democracia. Y ahora tenemos que cuidarla. Por más que la institución se esfuerce, por más eficaces que sean sus funcionarios y por más aceitada que esté su maquinaria electoral, el INE no puede solo. Todos los ciudadanos tenemos la obligación de apoyarlo. Necesitamos millones de ojos y oídos atentos en el proceso electoral. Que los ciudadanos se conviertan en los vigilantes de la elección. Que observen cada uno de los eslabones del proceso, y que denuncien si se percatan de algún delito. Todos los mexicanos, independientemente de sus preferencias, sus enemistades o sus desencantos políticos, tenemos la obligación de arropar la elección.

La carrera es larga. La tarea es muy ardua. Pero tenemos que hacerlo. Para salvaguardar nuestra democracia, tenemos que reforzar nuestra confianza en las instituciones y en nosotros mismos.»